Habían perdido contacto con la colonia Hyrux haría más de veinte horas espaciales. El último informe de Hyrux había sido extraño, por así decirlo, debido a que no habían pedido auxilio. No había reporte de un ataque a la Colonia y tampoco había un informe externo que indicase la presencia de una nave de combate de los Kantianos ni tampoco una nave de otro tipo que no perteneciera a la Alianza Interplanetaria. Solo había estática y después incongruencias.
Todo inició a las 20 horas espaciales cuando el encargado de las comunicaciones de la Colonia llamó a la Estación Espacial N 123 quien recibió la extraña llamada.
- Estación Espaciaaal- llamó el encargado de las comunicaciones de Hyrux- Estación Espaciaaaal, ¿Están ahí?
El tono cantarín del encargado llamó la atención del jefe de comunicaciones de la Estación Espacial, quien decidió tomar el mando de la conversación de inmediato.
- Aquí el Jefe de Comunicaciones de la Estación Espacial número ciento veintitrés- se presentó mientras se sentaba delante del ordenador- por favor identifiquese
- Holaaaa, Estacion Espaciaaal- volvió a canturrear el encargado de las comunicaciones con su siniestro tono, hablaba como si estuviese perdido o borracho, quizás ambos- Saludos desde Hyrux
- Por favor identifíquese- le ordenó el jefe de comunicaciones con un tono severo, recibiendo una risa malévola como respuesta
- Soy Hyrux- se identificaron desde la colonia- Todos somos Hyrux
- No comprendo de que está hablando- le habló con firmeza el jefe de comunicaciones, añadiendo con severidad- ¿Quién es su oficial superior?
- ¿Acaso no oye el sonido? - le preguntó el misterioso interlocutor desde la otra línea- yo lo puedo oír muy bien, todos lo podemos oír, ¡Suena como si el cielo fuese a estallar!
tras decir eso, aquella voz comenzó a gritar y aullar como si fuese un animal salvaje antes que un ser humano. Eso molestó al Jefe de comunicaciones quien exclamó
- Colonia Hyrux, ¿Se encuentra bien?
- Todos son bienvenidos- le contestaron desde la otra línea, la voz se agravó tras decir eso y después una especie de bocina de un barco o algo similar se escuchó en los comunicadores para después crearse una estática que duró horas.
- Envíen un mensaje de auxilio a los Rangers Espaciales para que vayan a la Colonia Hyrux- ordenó el Jefe de Comunicaciones a su equipo- se encuentran en problemas
El llamado se hizo de inmediato y los Rangers Espaciales llegaron tan rápido como pudieron, sin embargo, al llegar encontraron a la Colonia completamente vacía. Los quinientos habitantes habían desaparecido por completo. En su lugar encontraron una serie de grabaciones, audios y demás cosas que les darían una explicación de lo ocurrido, tras verlos el planeta fue declarado inhabitable y se ordenó vigilar día y noche con naves de batalla al planeta Hyrux . Estos son los registros de lo ocurrido durante los días previos a la última comunicación de Hyrux