Es hoy, hoy es mi boda con Tiago, no puedo creer que esté con este hermoso vestido frente al espejo.
-Tengo a la cuñada más hermosa- dice Alma y yo sonrío.
-Yo también- le digo y ella asiente.
-En eso estoy de acuerdo, soy muy hermosa- dice ella, el ego es de familia.
-Amiga estás muy hermosa, hazme un favor y no vallas a llorar, ¿si?- dice Marce y yo rio y niego.
-Estoy nerviosa pero no voy a llorar- le digo y ella asiente.
-Ok porque el maquillaje esta exquisito y no quiero que lo arruines- dice ella y yo rio y niego, vemos a Enzo entrar riendo.
-¿Ya estás?- me pregunta pero cuando se da la vuelta y me ve abre la boca exageradamente- que linda estás.
-Gracias- le digo y el me besa la mejilla.
-Que bueno que estés calmada, Tiago está que se desmaya- dice el con un tono burlón- ha preguntado por ti como veinte mil veces.
-Ya falta poco para que empiece, mejor ve y lleva a Tiago al altar, ¡muévete!- le dice Adriana y Enzo asiente y se va.
-¿Estás lista hija?- pregunta Adriana y yo asiento.
-Creo que si- digo y en eso entra mi padre y veo como unas lágrimas traicioneras caen, se acerca mirándome impresionado y luego me abraza.
-No sé en qué momento creciste tanto mi niña- me dice mi padre y yo sonrío.
-Papá me harás llorar- le digo sonriendo y el me sonríe y me toma las manos.
-Perdóname- dice de repente y yo lo miro sorprendida.
-¿Por qué?- pregunto y el sonríe negando.
-Porque nunca me enfrenté a tu madre antes, porque por no verla molesta a ella deje que tu hermana fuera un monstruo contigo, siempre supe que eras una niña muy inteligente y que sabías sobre llevar las situaciones pero eso no es excusa, también lamento que tu madre no esté aquí feliz por ti solo por un capricho de tu hermana- dice el y yo lo abrazo.
-Tú no tienes la culpa y para mí significa mucho que tú me entregues a Tiago, me alegra que tú y el abuelo estén aquí- le digo y el niega.
-Si es mi culpa porque no supe elegirte una mejor madre, se que siempre te hizo falta una madre y que deseas que ella esté aquí- dice el y yo bajo la mirada.
-Aprendí a que no me hirieran las acciones de mamá y Rosa así que ya no importa- digo y el me aleja un poco.
-Hoy es el día más feliz de tu vida, no dejes que nada lo arruine, tengo un regalo para ti- me dice y yo lo miro expectante, en eso entra el abogado de la familia junto a mi abuelo quien me abraza y me dice lo hermosa que estoy. El abogado le da unos papeles a mi padre y el me los da a mi, los leo y mis ojos se abren más de lo normal.
-Papá…- digo y el me pasa un bolígrafo.
-Firma y todo será tuyo- me dice y yo no sé qué hacer.
-Papá pero Rosa fue la que estudió administración, no yo- le digo y él niega.
-Tu eres mi hija mayor, mi primogénita y todo esto es tuyo por derecho- me dice y yo no sé qué decir.
-Pero aquí dice que me das toda la empresa a mi- le digo y el asiente.
-Lo hablé con tu abuelo y decidimos que tú tendrás todo, te lo ganaste a pulso mi Sofi- dice mi padre- acepta por favor.
-Está bien pero con una condición- le digo y el me mira y asiente- tú te seguirás asiendo cargo de todo- el me mira sorprendido- quiero que tú sigas siendo el CEO.
-Pensé que querías serlo tú- me dijo y yo niego- ok, pero en algún momento tú tendrás que tomar el cargo.
-Lo haré pero aún no, quiero que tú lo hagas- le digo y el asiente.
-Está bien mi niña pero firma- dice y yo leo todo y firmo y se los entrego al abogado- ahora si, vamos a tu boda.
-Vamos - digo y mi padre y yo caminamos del brazo hasta la iglesia.
Tiago
Hoy me caso con Sofía, jamás he estado tan nervioso y ya llevo tres copas de whiskey.
-Dame eso- dice Martín quitándome la copa y yo trato de volverla a agarrar.
-Dame eso- le digo y el niega.
-No dejaré que llegues ebrio a tu boda- dice el y yo solo exploto.
-Estoy nervioso, ¿ok? Y además esta estúpida corbata no me agarra- le digo y el ríe.
-¿Aún no sabes ponerte la corbata?- me pregunta y yo niego.
-No, me la pone Sofía- digo y el ríe.
-Déjame te ayudo- dice mi padre y yo me quejo.
-No me gusta usar esto, parece una correa- le digo y el ríe.
-Es tu boda, tienes que ponerte corbata- dice y yo resopló.
-¿Ya vieron a Sofía?- pregunto y ellos niegan- ¿no saben cómo está?
-¡Que no hombre! Has preguntado eso como mil veces- dice Enzo y sale riendo y luego de unos minutos vuelve- ya la vi.
-¿Cómo está?- pregunto.
-Hermosísima- dice el y yo lo miro mal- no hay palabras para describirla, ella es simplemente hermosa, preciosa- dice y yo me muevo pero mi padre me detiene.
-Te estoy poniendo la corbata, quédate quieto- dice el y luego ya estoy listo.
-Ok, vamos al altar que tienes que llegar antes que Sofía- dice mi abuela entrando y yo asiento y hoy al altar donde me paro de espaldas de las puerta y miro a mi hermano Enzo a mi lado ya que es el padrino.
-Ya se tardó- digo y el ríe y niega.
-No llevas ni 5 minutos parado ahí- me dice y yo frunzo el ceño, tengo que calmarme si o si, se acerca a mi Patric y se inclina.
-Señor, la señorita Laura está afuera de la iglesia y quiere verlo.