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Paramount El inicio

Alice_Evans
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Synopsis
"Tu eres yo y yo soy tu" "Las dos somos iguales pero diferentes al mismo tiempo" "No confíes en nadie..." "...Ya pronto sera la hora..." Yo siempre estaré contigo...
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Chapter 1 - Capítulo 1, 2 y 3

Capítulo 1

Otra vez. Lo hicieron otra vez.

En serio ¿nunca se cansan?

Son tan infantiles e inmaduros. ¿Porqué no se comportan como pendejos de 17 y no de 5 años?

O eso es lo que me gustaría decirles, pero debo controlarme. No debo llamar la atención.

-¿Qué? ¿No vas a decir nada, Jenna?- dijo Aldana desde su asiento, estallando en carcajadas.

Intentando controlarme, no aparté la mirada de mi banco que ahora se encontraba lleno de basura, mientras yo permanecía parada frente a él.

-¿Qué pasó? ¿La capucha no te deja hablar?- dijo ella en tono de burla.

Ya cansada, levanté mi rostro y le dirijí una mirada llena de furia que la hizo estremecer.

Mantube su mirada asustada por un tiempo y cuando trató de escapar, solté un suspiro, aparte la basura de mi banco y me senté mirando hacia afuera por la ventana, ignorando todo lo que decían los demás.

-¡Monstruo! ¡Vete! ¡Nadie te quiere aca! ¡¡Eres rara!! ¡¡Fenómeno!!- gritaba Aldana desde la otra punta del salón toda asustada.

Si, si, lo que digas perra.

Pero permanecí en silencio. No respondas, Jenna.

Finalmente cuando entró el profesor, en el salón se hizo un silencio y todos volvieron a sus asientos fingiendo que nada pasó, que no me molestaron y que no me hicieron nada. Como si todo fuera normal, como si nada ubiera pasado.

Son una porquería.

¿Porqué me molestan? ¿Porqué me tienen miedo? ¿Es por mi cabello rojo o por mi piel pálida? No creo que sean mis ojos celestes ya que los considero lindos, pero la verdad es que no se.

Pensando en no resaltar con mi cabello ni con mi piel, siempre uso una sudadera con capucha que logra tapar la mayor parte de mi cara e intento no cruzar miradas con nadie. Nadie quiere hablar conmigo, nadie se junta conmigo. Todos me tienen miedo.

¡Ni que fuera Medusa, por dios!

Para cuando me di cuenta, la clase ya había terminado y el profesor se había ido.

Genial, ya van otra vez.

Tomé mis cosas rapidamemte e intenté marcharme lo más rapido que pude pero fui muy lenta.

Que tonta que soy.

-¿A dónde crees que vas fenómeno?- dijo Aldana poniendose delante de mí.

Lejos de ti porque apestas, zorra.

-Jajaja que tonta, ella no habla. Pobresita- dijo acercandose más a mí y bajándome la capucha, dejando mi cabello al descubierto.

Intenté alejarme, pero ella tomó un puñado y lo tiró hacia arriba.

Maldita zorra.

-¡Oh! Pero que feo cabello- dice poniendo cara de asco -¿Qué tal un arreglo?

¿Que dijo?

Le hizo una seña a un chico detras de ella, que buscó algo en su mochila y segundos despues le entregó una tijera a Aldana.

¿¡No ira a...

-¿Qué tal un corte de pelo?- dijo estallando a carcajadas.

¡¡Ni se le ocurra!!

Un chico me golpeó el estomago y caí de rodrillas. Aldana se inclinó un poco y me susurró al oido:

-Esto es tan divertido

Maldita...

Ella se levantó y posicionó las tijeras, listas para cortar.

A la mierda.

-Ni...se te ocurra maldita zorra- dije mientras tomaba su muñeca con fuerza y me levantaba quedando a centímetros de ella.

-¿Q-qué d-dijiste?- dijo toda asustada.

Genial, talvez me pasé con lo de zorra, pero bueno.

-Dije que no te acerques a mí, perra- dije levantando la mirada, haciendo que se estremezca e intente escapar.

-¡¡Su-sueltame!!- dijo al borde de las lágrimas.

Por favor, ¿Qué le pasa? ¿Quién era la valiente aquí?

-¿Qué era lo que decías de mí?- dije apretando aun más su muñeca.

El silencio se hizo en el lugar. Nadie hablaba, nadie parecía respirar, sólo me miraban con mucho miedo reflejado en sus rostros.

Genial.

Solté su muñeca y ella cayó al piso llorando. Largué un suspiro de cansancio, me coloqué mi capucha y sigí mi camino hacia fuera del salón.

Lo único que escuche fue el grito de Aldana entre lagrimas diciendo "fenomeno".

-Esta bien. Lo que digas- susurré para mí misma.

Sin levantar la mirada, sin mirar a nadie, hice el camino hasta mi casa.

Finalmente llegé a la puerta y sin hacer ruido entré.

Comenzaba a caminar hacia las escaleras cuando una voz me detuvo.

-Jenna, Jenna, ¿Ya llegaste?- dijo mi tío Carlos.

No respondí. Solamente lo miré fijamente.

-Hoy tu tía llegará más tarde, ¿Qué tal si...- dijo acercando sus manos a mí.

Las retiré de un cachetazo y me aparté de él.

Maldito viejo.

-No te me acerques- dije con voz firme.

Carlos frunció el seño y me pegó una cachetada.

-¡Maldita mocosa! ¿¡Quién te crees que eres!?- y vuelve a golpearme -¡¡Soy quién te da de comer y te da de vestir!! ¡¡Deberías darme todo lo que quiero!!- dijo agarrandome del pelo y golpeandome contra la pared.

Maldito viejo podrido.

-¿Qué esta pasando aquí?- dijo una voz femenina detrás de nosotros.

Mi tía.

Ella dio unos pasos hacia nosotros y me dirigió la mirada a mi para luego desviarla a su esposo.

-¿Qué haces?- dijo mirandome a mí de nuevo.

-Cariño, es que ella...- dijo mi tio pero ella lo detuvo.

-Te estaba preguntando a ti, pequeña zorra.

¿Qué?

Mi "TIO" se apartó de mí y se colocó detrás de ella.

Todo un valiente ¿no?

-¿Así qué seduciendo a mi marido? ¡¡Maldita zorra!!- dijo ella y me pegó una cachetada.

En serio, ¿Porqué me pasa esto? ¿Porqué a mí? ¡¡Yo no hice nada!!

Di un paso hacia atrás y levanté la mirada enfrentándome a ellos.

Como todo el mundo, ellos se estremecieron e intentaron escapar, pero no pudieron. Sus cuerpos no podían moverse.

-¿¡Q-qué estás haciendo!?- dijo mi tía mirándome con terror, mientras que una rafaga de viento comenzó a recorrer el pasillo.

Mueransen.

-¡N-no!- repetían mientras el viento se acumulaba a su alrededor formando un remolino.

No podía ver nada, pero me sentía poderosa. Estaba cegada por la ira y la tristeza. ¿Porqué mi madre me abandonó y me dejó con ellos? ¿Porqué las personas me temen? ¿Porqué pasaba todo esto?

Calma.

¿Eh?

Jenna, te quiero y siempre te querré.

¿Quién...

No llores, volveré.

No.

Adios, Jenna...

-¡¡No!!- y el viento fue liberado de golpe impidiéndome abrir los ojos.

Para cuando los abrí, mis tíos ya no estaban.

-¿Q-qué p-pasó?- pregunté al aire toda asustada.

-¡Tío!- grité. Nada. -¡Tía!- tampoco nada. -No, ¡no puede ser!

Salí disparada a todas las habitaciones en busca de ellos pero no había nadie, estaba sola.

¿Yo los maté? No, no es posible.

¿Sólo porqué pensé que se mueran? No, eso es imposible.

Sin fijarme en que habitación estaba, me detuve derepente frente a un gran espejo que había colgado en la pared.

-¿¡Q-qué!?- dije toda aterrada al mirarme.

-¿¡Q-QUÉ ES ESTO!?- grité para mí misma mientras me tocaba todo el rostro y mi cabello.

Mi cabello. ¿Que le pasaba?

Estaba brillando. Literalmente brillando y dos marcas en formas de triángulo aparecieron debajo de mis ojos sobre mi piel pálida.

¿¡Qué es esto!?

"No llores, volveré."

"Adios, Jenna"

"Corre"

"Escapa"

"No mires atras, yo siempre te cuidaré"

"Te quiero Jenna"

"Adios, Jen..."

Capítulo 2

-¿¡Qué es esto!?- me dije a mi misma mientras miraba a la chica en el espejo. Ella se veia aterrada, con los ojos rojos. Parecía que iba a llorar, pero no lo hizo.

Me cubrí el rostro con mis manos y caí al piso sin derramar una sola lagrima.

¿Porqué no lloraba? ¿Era porqué me ponia feliz que hallan desaparecido?

No, yo no era esa clase de persona. Aunque me maltraten y se burlaran de mi, nunca me gustaría ver muerta a otra persona.

Entonces, ¿Porqué? ¿Porqué no lloraba?

Despues de unos minutos (que habría jurado que fueron siglos), me levanté más calmada y me miré de vuelta al espejo.

Muy bien. Miremos.

-Pelo rojo, ojos celestes y piel palida. Todo igual, exepto por...- y pasé un dedo sobre las marcas en forma de triangulos que había abajo de mis ojos.

¿Desde cuando tengo esto?

Sintiendo que iba a entrar en un ataque de pánico salí disparada al baño y abri las canillas. Agarre un trapo que había colgado a un lado, lo moje y empecé a fregar bajo mis ojos.

-¿Porqué no sale? ¿¡Porqué no sale!?- dije desesperada y empecé a limpiar con mas fuerza hasta que la piel me quedo roja.

Tiré el trapo a un lado y me apoye contra la pared.

-¿Qué está pasando? ¿Qué es esto? ¿Dónde estan mis tíos?¿Porqué? ¿¡PORQUÉ!?

Crack.

El vidrio de la ventana comenzó a romperse y finalmente estalló en miles de cristales.

Miré espantada la ventana y los cristales que había en el piso.

-¿Y-yo hice e-esto?- y me di cuenta.

Rápidamente me mire al espejo y como pensé mi cabello estaba brillando como una lampara de color roja.

¿Qué significa esto?

Tome parte de mi cabello entre mis manos y vi como lentamente dejaba de brillar.

-¿Porqué...

"Ah despertado"

-¿Qué?- Me dije mi misma, al mismo tiempo que sentí a mi cuerpo estremecerse.

¿Yo tenía miedo? ¿Desde cuando tengo miedo?

"Corre, escapa, no mires atras"

Esas palabras se iban repitiendo una y otra vez en mi mente. No sabía quién las habia dicho pero tenía razon, tenía que escapar.

Rápidamente tomé mi mochila, metí algo de dinero y algo de ropa, y me la colgue al hombro para luego salir por la puerta trasera de mi casa.

-¿Qué es eso?- dije mientras miraba el cielo a lo lejos.

Habia nubes negras, literalmente negras, del color de un cuervo.

-Eso no es lluvia- dije mirando asustada hacia el cielo.

Debo correr. Debo escapar.

Y siguiendo mis instintos salí disparada hacia el callejon de atras de mi casa.

Era de noche, pero aún así había gente en las calles. Pues claro era viernes y los ricachones salían a sastifacer sus necesidades de fiesta. Por supuesto yo no era una de ellos.

Antes de salir del callejón, me coloqué la capucha, escondiendo mi rostro, y me encamine por la calle principal, sin cruzar miradas con nadie.

Me habré chocado un par de veces con algunas personas, pero las ignoré y ellas terminaron diciendome un monton de insultos, pero seguí mi camino hacia otro callejón.

Si me peliara con cada persona que me dice algo, ya estarian todos muertos.

Me detuve en seco.

¿Muertos?¿Como mi tía y mi tío?

Si no me ubiera controlado con Aldana, ¿ella tambien estaría muerta? ¿Yo la ubiera matado?

Eso me convierte... ¿En una asesina?

No. No, no, no, no, no.

La basura que había en el piso comenzó a elevarse, y los vidrios de los edificios que me rodeaban comenzaron a temblar.

-No. Calma. Calma. Calma. Calmate, Jen- me dije a mi misma mientras me hacía bolita en el piso y cerraba los ojos con fuerza.

Despues de un tiempo, sentí que las cosas se habian calmado y solte un suspiro.

-Que bueno... O ¿no?- dije levantándome despacio.

"La encontramos"

Por instinto, di media vuelta y vi a una figura negra parada a metros de mi.

-¿Q-qué e-es eso?

Retrocedí varios pasos, al mismo tiempo que aquella criatura avanzaba.

Yo segui retrocediendo hasta que aquel ser se detuvo debajo de una luz, mostrando lo que realmente era.

Si pudiera haber gritado, lo ubiera hecho pero estaba demasiada asustada como para moverme.

Aquel ser... No era humano.

Era una criatura oscura, alta. Tenia brazos (o lo que imagino que serian brazos) largos y finos con garras largas y asesinas como manos. Sus piernas eran huesudas y parecian frajiles pero muy rapidas.

Su rostro. Sus ojos. Todo era atrador. Tenia ojos completamente negros y brillosos, sin pupila ni nada, solamente negros. Su rostro era alargado y tenia una sonrisa que llegaba de oreja a oreja (si tuviera orejas, lo cual no vi), que mostraba unos dientes blancos y afilados como un tiburon.

Su rostro era alargado y tenia una sonrisa que llegaba de oreja a oreja (si tuviera orejas, lo cual no vi), que mostraba unos dientes blancos y afilados como un tiburon

Debo correr. Muévete. ¡Por favor muévete!

No había caso no podía moverme. Estaba paralizada por el miedo.

¿Qué es eso? No era humano, y parecía que yo tampoco.

¿Soy lo mismo que esa cosa?

El monstruo levantó la cabeza como si me ubiera visto y de la nada desaparecio, apareciendo a centimetros de mi cara en menos de dos segundos.

Fue el unico momento en el que mi cuerpo se movio, quedando atrapado entre la pared y aquel ser monstruoso.

¿Monstruo? ¿De qué me quejo? Si yo tambien soy un monstruo. Todo el mundo dice eso, por algo debe ser.

Otra vez sentí que iba a llorar pero las lagrimas seguían sin salir.

El ser paso su "oscico" por mi pelo, como si lo estuviera oliendo, y derepente se apartó unos metros de mi.

-Pa-ra-mount- dijo como si fuera un bebe diciendo sus primeras palabras, solo que esto no era tierno y probablemente iba a morir.

El oscuro soltó un chillido horrendo mientras miraba el cielo nocturno y despues se abalanzó sobre mi.

Estiró uno de sus brazos y lo lanzó sobre mi rostro, lanzando mi cuerpo varios metros y dejando un corte profundo un mi cara. Seguido de esto, se puso sobre mi y empezó a arañarme. Me tomó por el pelo y me lanzó contra la pared, sintiendo que varios de mis huesos se rompían. Apoyó uno de sus "pies" sobre mi estomago y se inclino para morderme mis brazos y mi cuello.

Me duele, me duele. Quiero llorar pero no puedo. Me duele, mama. Voy a morir. Lo siento.

-Tranquila- dijo una voz masculina desde el otro lado del callejón. -Tranquila, respira y actua.

Por algun motivo, escuchar esa voz me tranquilizó e hizo que recordara lo que era.

Soy Jen. No la Jenna a la que todos molestaban y se quedaba callada. Yo no soy esa chica. Esa Jenna desapareció cuando me revele a Aldana e hize desaparecer de alguna forma a mis tíos.

Yo no soy esta cobarde que esta tirada aquí en el piso apunto de llorar, mientras deja que una criatura rara la asesine sin piedad. No. Yo soy Jen, una luchadora y voy a protejer mi vida. Voy a vivir.

-Muy bien, ¡Ahora!- dijo la voz masculina y derepente sintiendo que mis fuerzas aumentaban me levanté lentamente y pude notar como el ser oscuro retrocedía con miedo.

Ahora lo entendí. Mi confianza era la fuente de sus miedos. Cuanto mas valiente me mostraba, ellos más me temían. No se porque, pero asi era la cosa.

-Desaparece- dije mientras avanzaba hacia el y esa cosa retrocedía.

-¡Desaparece!- grite y vi como la criatura comenzo a retorcerse. Sus brazos se giraron, sus piernas se quebraron, su cabeza quedo mirando hacia atras y pocos segundos despues su piel desaparecio y sus huesos se volvieron polvo.

¿Qué era esa cosa?

Cai hacia atrás sobre mi trasero y solté un gran suspiro. Todo me dolía. Dolía pero me sentía poderosa.

-Lo has hecho muy bien- dijo una voz masculina que se escuchaba preocupada pero aliviada.

-¿Quién?- dije sin poder ver nada.

Senti las manos de alguien sobre mi cuerpo y cómo me levantaba en sus brazos.

No podia ver nada, tenia los ojos abiertos, pero se iban cerrando poco a poco, hasta que finalmente se cerraron completamente. Lo ultimo que recuerdo fue la voz de aquella persona repitiendo una y otra vez mi nombre con preocupacion.

Capitulo 3

-¿Donde estoy...?- dije toda adormilada y sin abrir los ojos.

-Estas en Deus- dijo una voz femenina a mi lado.

¿Deus?

-¿Que es eso?

-¿Todavia estas dormida? O ¿no recuerdas nada?- dijo con rastros de diversion en su voz.

Mi cerebro todavia estaba procesando lo que me decia y de repente todo lo que habia pasado me vino a la mente y me levante de golpe, sintiendo un gran dolor por todo mi cuerpo.

-¡Wow! Calmate. Todavia no sano completamente asi que te va a doler.

¿Doler?

Baje la mirada a mis brazos y vi unas pequeñas cicatrizes como si me ubiera golpeado contra una pared.

¿De que es esto?

-Asi que era verdad...- dijo la chica- Ustedes sanan mas rapido. Es increible...- dijo con mucho entuciasmo como si yo fuera un objeto raro en exposicion.

Levante la mirada y me encontre con una chica mas o menos de mi edad mirandome de cerca. MUY de cerca.

-Ey...- dije sintiendo que entraba en mi espacio personal. Me sentia acosada.

-Ah, perdon- dijo alejandose a una distancia mas aceptable- Soy Melissa, ¿como te llamas?

No respondi.

-Hoollaaa...- dijo para llamar mi atencion.- ¿Todavia estas dormida o sos sorda?

-Te escuche perfectamente- dije frunciendo el ceño, liberando fastio por mi parte.

-Y bien, ¿cual es tu nombre?- dijo mirandome fijamente.

Esta vez respondi, solo para despues hacerle las preguntas yo.

-Soy Jenna. ¿Donde estoy?

-¿Jenna?- dijo pensativa.

-Hoolaaa... ¿No me escuchaste?- dije yo esta vez.

-Jajajja, te escuche claramente, Jen.-dijo estallando en risas.

¿De que se reia? Y... ¿Jen?

-Estamos en Deus- dijo finalmente.

-¿Deus?- dije confundida.

-Si, Deus. ¿No sabes que es eso?- dijo mirandome fijamente, todavia estudiandome.

Sacudi la cabeza como diciendo no y un dolor se extendio por todo mi cuello.

-No deberias hacer eso, te dije que todavia no habia sanado- dijo señalandome con el dedo.

Pose una mano en mi cuello y senti un dolor terrible en el lugar.

-¿Que eres masoquista o que?

-¿De que es esto?- dije ignorando su pregunta.

-¿No recuerdas?- dijo con preocupacion.

Mmmmm.

-Si, un monstruo me ataco y me dejo marcas por mi cuerpo... Pero habria jurado que no podia ni moverme.

-Eso es porque los de tu clase sanan rapido, si fueras de otra raza habrias muerto, el chrono te ubiera matado. Igual estuviste durmiendo por 3 dias, pero no es mucho considerando lo que paso- dijo mientras yo no terminaba de entender lo que decia.

¿Mi clase? ¿Sano rapido? ¿Chrono? ¿Dormi por TRES dias? ¿Deus? ¿Que es eso?

Derepente escuche un ruido a mi lado y note que Melissa se habia levantado y huido al otro lado de la habitacion.

¿Porque huia?

-Jen... Calmate por favor- dijo asustada desde el otro lado.

¿Que me calme?

¡Ah!

Levante mi mano y tome un poco de mi pelo, como crei estaba brillando.

Respire lentamente y finalmente me calme.

-Perdon, no tome en cuenta como te sentias- dijo acercandose poco a poco a mi, todavia insegura.

-Hace rato...- dije rompiendo el silencio que se habia armado -¿De que estabas hablando?

Ella solto un suspiro y comenzo a explicarme.

-Estas en Deus. Deus es una academia donde...- dijo toda animada hasta que alguien abrio la puerta de golpe, asustandonos a las dos.

-¿Ya desperto?- dijo una voz masculina.

¿De donde la conocia?

Vi a Melissa soltar un suspiro de alivio y diriji mi mirada hacia la persona que estaba parada al borde de "mi" cama.

Por dios. Si existiera el chico perfecto diria que es este.

Era la imagen viva de los chicos super sexis que describian en los libros que leia. Era alto y con un cuerpo bien marcado. Por algun motivo estaba sin camisa y se podia ver perfectamente marcado sus abdominales y brazos. Segui bajando la mirada y vi que llevaba un pantalon suelto, como si fuera un pijama.

¿Estaria durmiendo?

-¿Jen?- dijo con una voz profunda que hizo que mi corazon saltara.

Levante la mirada, disfrutando de la vista que tenia y me detuve en su rostro.

Por dios, no habia persona mas hermosa en el mundo. Tenia el pelo negro y desordenado. Su rostro era perfecto y tenia unos ojos...

Esos ojos por dios. Tenia unos ojos azules, ojos por los que una chica se enamoraria con solo mirarlos y se moriria si miraba su cuerpo entero.

No habia ser mas hermoso en el mundo, eso seguro.

Escuche al chico soltar una pequeña risa y Melissa se acerco a mi diciendo:

-Estas mojando la cama con tu baba- y solto unas risitas.

Volvi a la realidad y sentia que me ponia colorada.

Genial, pelo rojo y cara roja. Debo parecer un tomate justo ahora.

El chico parecio no aguantar mas y empezo a retorcerce a carcajadas.

-¿Q-que?- dije frunciendo el ceño.

-Nada...- dijo recobrando la compostura y dirigio una sonrisa amable hacia mi.

Me di cuenta de que habia dejado de fruncir el ceño y me encontraba otra vez mirandolo embobada.

Melissa no hablaba, solamente nos miraba fijamente, como esperando que pasara algo. Despues de unos segundos ya no lo pudo soportar y abrio la boca.

-Le estaba contando en donde estaba hasta que llegaste y nos interrumpiste- dijo fingiendo que estaba molesta.

-Lo siento, Melissa- dijo el chico sin apartar la mirada de mi.

Escuche a Melissa soltar un suspiro y levantarse de la silla en la que estaba sentada.

-Muy bien, me voy, ya que parece que nadie me necesita por aca

-Si...- dije.

-Adios, Mel- dijo aquel chico.

-Ok, ok ya entendi. Si necesitas algo llamame, Jen. Aunque creo que te las puedes arreglar sola- dijo guiñandome el ojo mientras se marchaba de la habitacion.

¿A que se referia?

-Yo te contare todo- dijo el chico mientras se sentaba en la silla a mi lado.

A medida que se acercaba pude notar que era alto, calcule que media 1,85; mas alto que yo. Eso sumaba puntos.

Asenti con la cabeza y me obligue a no mirar su cuerpo y concentrarme en lo que me decia.

-Bueno... Para empezar me llamo Lyo, soy el que te trajo aqui.

Lyo...

Esperó unos segundos para ver si reaccionaba. Asenti con la cabeza y el siguio con su charla.

-Estamos en Deus. Es una academia donde los diferentes seres sobrenaturales se entrenan para ser guerreros.

¿Que?

-Espera- dije deteniendolo- ¿Seres sobrenaturales? ¿Te refieres a hadas y duendes?- dije demostrando que no le creia.

El solamente me miro seriamente, mostrando que hablaba en serio.

-P-pero... Esas cosas no existen, es imposible.

-Nada es imposible, Jen. Si no existieran, ¿Que crees que te ataco la otra noche?- dijo sosteniendome la mirada, esperando a que yo reaccione.

El tenia un punto, aquella cosa no era humana.

-Muy bien, suponiendo que te creo... ¿Que tiene que ver conmigo?

El parecio pensar su respuesta y luego dijo:

-Tu... No eres humana- dijo sin mirarme a la cara.

-No, mientes- dije a medida que subia la voz- Eso no es posible... ¡Yo soy humana!

-Jen...- dijo finalmente mirandome a los ojos- ¿No crees que es raro que tu pelo brille cuando tus emociones son inestables? ¿No crees que es raro que las personas te teman cuando no hiciste nada malo? ¿Como es que te enfrentaste a ese monstruo la otra noche si supuestamente eras solo una humana? ¿Como crees que tus heridas sanaron mucho mas rapido que cualquier otra cosa, cuando se suponia que debias estar muerta? Jen... Esas cosas no las hace un humano- dijo demostrando que hablaba enserio.

Espera, el estaba diciendo... ¿Que yo era un ser sobrenatural? ¿Que no era humana?

Al final tenia razon, soy igual que aquel monstruo. Soy un monstruo.

-No lo eres- dijo acercando su rostro al mio, tanto que podia sentir su respiracion sobre mis labios.

-No eres un monstruo y mucho menos como esas cosas que intentaron matarte. No eres un monstruo, Jen- dijo con una mirada que decia que tenia la razon y que no le discutiera.

Yo aparte la mirada y asenti, sintiendo que me ponia colorada otra vez.

Y eso que intente controlarme, pero teniendolo tan cerca...

El parecio darse cuenta de mi incomodidad y se aparto, quedando un silencio pesado entre los dos.

Finalmente pude controlarme y decidi romper el silencio.

-Ok, asi que no soy humana. ¿Que mas tengo que saber?- dije mientras cruzaba los brazos, intentando parecer valiente.

El solto una pequeña risa y volvio a hablar.

-Si, eres un ser sobrenatural. Los seres sobrenaturales se clasifican segun sus razas.

-¿Razas?- dije mientras procesaba la informacion que me daba.

No es que sea lenta, pero si un dia aparece un chico irrealmente sexy y te dice que las hadas y los duendes existen, y que no eres humana, pues no le creerias y pensarias que esta completamente loco, por muy bueno que este. O tal vez yo era la loca por creerle.

El solto una pequeña risa y sigio hablando.

¿De que se rie tanto?

-Hay una gran cantidad de razas, asi como cada una tiene sus respectivas habilidades, tambien tienen sus rangos.

-Aja.

-Yo por ejemplo soy un LAMIA.

-¿Lamia?

-Significa vampiro en latin.

-¿Osea que chupas sangre humana?

-Jajjaja, no... Nos llaman asi porque somos rapidos y poderosos, como los vampiros, pero no tomamos sangre.

-Ok...

-Otro ejemplo seria el de Melissa, ella es una CRESPA, son rapidos , inteligentes hasta cierto punto y actuan rapido, pero no son tan poderosos. ¿Vas entendiendo?

-Si, no soy tonta.

-Muy bien- dijo soltando una sonrisa. Ok, si podia derretirme, ya lo ubiera hecho la primera vez que lo vi.

-Bueno y con respecto a los rangos...- dijo- Yo soy un luchador y lider. Somos los segundos mas poderosos en la lista. Melissa es una asesina, no tiene mucho status, pero igual son temidos por ser eso, por ser asesinos.

-Asi que... ¿Melissa mata gente y tu luchas?

-No matamos a gente, Jen.

-¿Que? Entonces, ¿que matan?

El silencio se hizo en la habitacion.

-¿Lyo?- dije logrando su atencion.

-Matamos a los OSCILLIAT, son seres oscuros que esparcen desesperacion y terror.

Oscilliat...

-Se dividen en diferentes clases, el ser que te ataco, era un CHRONO, son los mas bajos de su raza, a los mas poderosos se les llaman puros.

-Aja...

-¿Me vas entendiendo, Jen?

-Haber, estoy en una escuela donde los seres magicos, que si existen, estudian para convertirse en guerreros para luchar contra las fuerzas del mal que se llaman ocilliat, ¿No?

-Si mas o menos eso.

-Ok... Tambien los seres magicos se dividen en razas, tu eres un vampiro y Melissa es una asesina ¿no?

-Seria mejor que te refirieras a nosotros como Lamias y Crespas.- dijo sonando aliviado.

-Ok...

-Muy bien, parece que procesaste todo. ¿Alguna pregunta?

-De hecho si- dije mirandolo a los ojos, esperando a que me dejara preguntar.

-Adelante- dijo.

-¿Que se supone que soy yo?

Derepente Lyo se puso serio y parecia que intentaba elegir cuidadosamente sus palabras.

Esto va a ser algo grande.

-Eres un PARAMOUNT- dijo sosteniendo mi mirada.

-¿Pa-ra-mount?- repeti.

-Si... Los paramount son... Bueno son...

-¿Que son, Lyo?- dije sintiendo que mi nivel de estres aumentaba.

-Son los mas poderosos y los mas temidos de las razas. Tienen poderes especiales y pueden hacer que las otras razas hagan lo que ellos desean con solo ordenarlo, incluso si se les ordenan a otra raza que muera, esa raza morira. Sus presencias son tan grandes que las otras cosas no lo pueden soportar y terminan temiendoles. La marca bajo tus ojos lo confirman. Es la marca de nacimiento de los Paramount.- dijo sin apartar la mirada, estudiando mi reaccion a medida que hablaba.

Senti a mi pulso acelerarse.

-Jen...- dijo al mismo tiempo que extendia su mano hacia mi. La aparte de un cachetazo y los vidrios de las ventanas salieron volando.

-Jen...- volvio a decir.

Por eso. Por eso todos me tenian miedo. Soy un paramount, no soy humana. Incluso aqui soy rechazada. Eh asesinado a mis tios. Soy una asesina, soy un monstruo.

Es verdad, soy un monstruo. En el mundo real y aqui.

-¡¡SOY UN MONSTRUO!!

Y Lyo salio disparado contra la pared. Los muebles se calleron, los papeles flotaban, se hicieron grietan en las paredes, todo era un desastre. Todo esto... lo habia hecho yo...

-Jen, no eres un monstruo- dijo Lyo levantandose- yo no te tengo miedo, incluso si todos te rechazan, yo no lo hare, siempre estare de tu lado, puedes confiar en mi- dijo apoyando sus manos a cada lado de mi rostro.

-Lyo...- dije ya calmada gracias al tacto de sus manos.

En el momento en que me toco mi ataque de panico se esfumo y mi respiracion se volvio pesada por un tema diferente.

El solto una pequeña risa, la cual me molestaba pero me gustaba, y acerco su rostro aun mas al mio.

-Te dejare dormir, mañana va a ser un dia pesado.- dijo depositando un beso en mi frente.

-No soy... una niña- dije intentando parecer enojada, pero no lo logre.

-Eso lo se muy bien- dijo para luego marcharse de la habitacion dejandome completamente colorada y sin poder dormir.