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Chapter 3 - El Encuentro Inesperado

Hoy comenzó como un día cualquiera, pero terminó siendo uno que jamás olvidaré.

Después de mi rutina matutina de yoga, decidí cambiar un poco mi día habitual y, en lugar de ir directamente a la clínica, tomé un desvío hacia el centro de la ciudad. Había escuchado sobre una nueva librería-café que acababa de abrir y no podía resistirme a la idea de perderme entre los estantes de libros con una taza de café humeante en la mano.

Al llegar, el lugar era incluso más encantador de lo que había imaginado. Las paredes estaban cubiertas de estanterías llenas de libros de todos los géneros, y el aroma del café recién hecho llenaba el aire. Empecé mi mañana con un cappuccino y un paseo por las estanterías. Mientras pasaba mis dedos por los lomos de los libros, un título llamó mi atención: *Historias de Medianoche*. Lo saqué del estante y, sin pensarlo dos veces, me senté en una esquina cómoda, lista para sumergirme en sus páginas.

A medida que avanzaba en la lectura, me di cuenta de que el libro no era solo una colección de historias; cada relato estaba entrelazado con el siguiente, formando un misterio cada vez más intrigante. Estaba tan absorta en la lectura que no noté al joven que se acercaba hasta que se sentó en la mesa frente a mí.

—Perdona, no pude evitar fijarme en lo concentrada que estabas —dijo con una sonrisa tímida—. Ese libro es uno de mis favoritos.

Algo sorprendida, levanté la vista. El joven tenía una mirada amable y un aire intelectual que no pasó desapercibido para mí.

—¿En serio? Es la primera vez que lo leo —respondí, cerrando el libro con cuidado—. No pude resistirme cuando lo vi en la estantería.

—Te entiendo, es adictivo. Aunque lo más interesante es lo que ocurre cuando llegas al final —dijo, inclinándose un poco hacia adelante, como si estuviera a punto de revelar un secreto.

Mi curiosidad se disparó. El joven no parecía estar bromeando, y había algo en su tono que me hizo sentir que este libro era más que una simple colección de relatos.

—¿Y qué es lo que ocurre al final? —pregunté, sintiendo una mezcla de emoción y anticipación.

El joven sonrió de nuevo, pero esta vez su sonrisa tenía un matiz enigmático.

—Eso es algo que tendrás que descubrir por ti misma. Pero te advierto, una vez que llegues al final, nada será igual.

Me quedé intrigada, no solo por el libro, sino por el extraño encuentro con este joven que parecía saber más de lo que dejaba ver. Nos quedamos conversando durante un rato, compartiendo impresiones sobre libros y la vida en general. No podía evitar sentirme atraída por su amabilidad y la facilidad con la que parecía entenderme. Cuando me di cuenta de la hora, me disculpé y me despedí rápidamente para no llegar tarde a la clínica.

Al salir del café, sentí que algo había cambiado. No podía sacarme de la cabeza las palabras del joven y la promesa de que "nada sería igual" una vez que terminara el libro. Decidí que, al final del día, volvería a sumergirme en la lectura para descubrir ese enigmático final.

La jornada en la clínica transcurrió sin mayores sobresaltos, pero en mi mente, una y otra vez, volvía al libro y al encuentro inesperado. Al llegar a casa, no perdí tiempo. Me acomodé en mi sillón favorito, encendí una lámpara cálida y retomé la lectura con una mezcla de nerviosismo y emoción.

A medida que avanzaba, las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar, y me di cuenta de que el final del libro no solo revelaba el desenlace de las historias, sino que también contenía un mensaje personal, una especie de reflejo de mis propios miedos y deseos. Cuando finalmente leí la última línea, mi corazón se aceleró. Era como si el autor del libro me conociera, como si hubiera escrito esas palabras específicamente para mí.

Cerré el libro, mi mente girando con mil preguntas. Miré la contraportada, buscando el nombre del autor, pero lo que encontré fue un mensaje grabado en letras doradas que no había notado antes:

"Al cruzar el umbral de tus propios secretos, descubrirás que el verdadero misterio no está en el libro, sino en ti."

Ese encuentro casual en la librería-café había desencadenado algo profundo en mí. Sentía que acababa de empezar una nueva etapa en mi vida, una en la que los secretos de mi propia mente y corazón serían revelados, uno por uno.

Aquella noche, mientras intentaba dormir, no podía dejar de pensar en él, en su mirada, en su enigmática sonrisa. Quizás el verdadero misterio no estaba solo en mí, sino también en lo que él había despertado en mi corazón.