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El Juego del Destino

UsakiChan
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Synopsis
Lo que debía ser una boda real que uniría dos reinos, se convierte en un caos cuando Jade, una letal asesina, intenta sabotear la ceremonia. Pero un giro inesperado los arrastra a un mundo desconocido, donde solo uno podrá regresar. Unidos por el peligro, pero divididos por el destino, el príncipe Robin y Jade deberán aprender a convivir juntos en este nuevo mundo… aunque solo uno sobrevivirá. ¿Podrán dejar de lado sus diferencias para sobrevivir, o el precio de sus decisiones será demasiado alto?

Table of contents

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Chapter 1 - Nuevo Mundo

Eran las 5:00 a.m., y en el Reino de Sefales, el sol ya comenzaba a alzarse sobre el horizonte, bañando el palacio con su luz dorada. El día había llegado, un día que no iba a ser como cualquier otro. Dentro del gran salón, nobles y dignatarios de todos los reinos vecinos se reunían para lo que se suponía que sería un evento importante: la ceremonia de compromiso del príncipe Robin con la princesa Coral del reino vecino. Las paredes del salón, cubiertas de tapices que contaban historias de victorias pasadas, vibraban con la emoción contenida en el aire.

Robin estaba en el centro de todo, como siempre, con sus finos ropajes reales que lo hacían ver como el príncipe perfecto. Pero detrás de esa fachada de perfección, había una sombra en su mirada, algo que nadie más parecía notar.

A su lado, la princesa Coral lucía radiante, con una sonrisa serena que intentaba ocultar su nerviosismo. Este compromiso no solo era entre dos personas, sino que también uniría dos reinos, algo que podría cambiar todo para ellos. Sin embargo, en las sombras, había quienes no compartían ese entusiasmo, y ya conspiraban para destruir lo que ese día se iba a construir.

Mientras tanto, a kilómetros de distancia, en el Reino de Shanes, el ambiente era completamente diferente. En una de las cámaras más secretas del cuartel general, Jade Scarlet, la líder de los Acesinos del rey, estaba recibiendo una orden que cambiaría su vida. "Tienes una misión", dijo el rey, con esa voz que no dejaba lugar a discusión. "Debes sabotear la ceremonia en Sefales y matar al último heredero de la familia real. No podemos permitir que esa alianza se fortalezca."

Jade asintió, como siempre lo hacía, aunque por primera vez en mucho tiempo, una chispa de duda cruzó por su mente. Sabía que lo que iba a hacer traería consecuencias, pero su lealtad al reino de Shanes era inquebrantable. La misión estaba clara: interrumpir la ceremonia y acesinar al príncipe, sin importar el costo.

La ceremonia en Sefales estaba en su apogeo cuando Jade y su equipo comenzaron a moverse. Desactivaron guardias y sabotearon los mecanismos que sostenían las enormes lámparas de cristal que colgaban sobre el salón principal. Pero el destino, caprichoso como siempre, decidió jugar su carta. Un pequeño error, un paso en falso, y todo se fue al traste. Las lámparas cayeron con un estruendo ensordecedor, interrumpiendo la ceremonia y sembrando el caos. Los guardias reaccionaron rápidamente, y antes de que Jade pudiera darse cuenta, la habían capturado.

La llevaron al calabozo, un lugar oscuro y húmedo que parecía tener vida propia. Allí, en una celda de piedra, Jade se enfrentó a la cruda realidad: había fallado. Su primera misión, y ya había fracasado. Pero la humillación no terminó ahí.

Robin, el príncipe que había sido el blanco de su misión, decidió visitarla. Quería ver con sus propios ojos a la asecina de su hermana Mayor quien una vez fue la heredera al trono. Cuando sus miradas se cruzaron, ambos sintieron algo, una chispa, pero ninguno sabía exactamente qué era.

"¿Al fin te tengo encerrada como la Rata que eres?" le dijo Robin, su voz llena de ira y curiosidad.

Con una frialdad que intentaba ocultar el torbellino de emociones que sentía. "Y lo que hicimos hoy fue solo el comienzo."

Robin apretó los puños, sintiendo la frustración crecer dentro de él. Sabía que esto no era solo un ataque físico, sino una declaración de guerra. Pero había algo en la mirada desafiante de Jade que lo desarmaba.

Antes de que pudieran decir más, un alboroto en el pasillo distrajo a los guardias. Jade aprovechó el momento, neutralizó a los guardias y escapó de su celda con una destreza que sorprendió a Robin. Sin dudarlo, la siguió.

Corrieron por los oscuros pasillos del palacio, saliendo finalmente al bosque que lo rodeaba. El aire frío de la noche los envolvió mientras se preparaban para luchar. Este era el momento que Robin estaba esperando " Enfrentarce con la acesina de su hermana" y era la oportunidad perfecta para matarlo, pero justo cuando sus espadas estaban a punto de cruzarse, algo extraño ocurrió. Una fuerza invisible los envolvió, distorsionando todo a su alrededor.

En un abrir y cerrar de ojos, el paisaje cambió. Ya no estaban en el bosque. Ahora se encontraban en medio de una ciudad desconocida, rodeados por rascacielos que se alzaban hacia el cielo y luces que parpadeaban como estrellas en el suelo. Ambos estaban desconcertados, sin entender qué había pasado.

"¿Dónde estamos?" murmuró Jade, mirando a su alrededor con incredulidad.

Antes de que pudieran procesar la situación, una voz profunda resonó en el aire, sin provenir de ningún lugar en particular.

"Bienvenidos a un nuevo mundo. Si desean regresar, deberán completar una misión. Pero recuerden, solo uno de ustedes podrá regresar a su hogar. El otro quedará atrapado aquí para siempre."

El corazón de ambos se hundió al escuchar esas palabras. El desafío era claro, pero también lo era la realidad de que solo uno podría regresar. Sin otra opción, ambos aceptaron el reto, sabiendo que tendrían que convivir y trabajar juntos en este nuevo mundo, aunque solo fuera para aumentar sus propias posibilidades de regresar.

Y así, daría comienzo una nueva etapa en la vida de Robin y Jade, una etapa en la que tendran que enfrentar desafíos, descubrimientos y una convivencia forzada que cambiaría sus destinos para siempre.

"En un mundo donde la traición acecha en cada esquina, solo una cosa es segura: de esta misión, solo uno volverá vivo."