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[Perspectiva de Margarita]
Al escuchar mi pregunta, Elliot asintió y tragó saliva, como intentando calmar sus nervios excesivamente tensos.
—Benjamín y yo nos dividimos en dos equipos bajo las disposiciones de Su Majestad, y al principio, todo transcurrió sin problemas. ¡Los hombres de Levi no eran estrictos con su guardia en el exterior, como si no les preocuparan los percances en absoluto! De hecho, para un evento de la magnitud de hoy, su seguridad era muy inadecuada. Se lo reporté a Su Majestad desde el principio —era muy extraño —explicó Elliot.
Elliot habló mientras fruncía el ceño con fuerza, su mirada fija en Donald y Enrique en el centro de la habitación; su lucha continuaba, y tanto Elliot como yo estábamos increíblemente tensos.
Escuché su informe en silencio, pero una luz fría empezó a emerger lentamente en mis ojos.
