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[Punto de vista de Donald]
Tras dividirnos en dos grupos con Christian, lideré a la Guardia Licántropo junto con los otros guerreros Licántropos, casi 40 personas en total, y continuamos avanzando.
Nuestra velocidad de marcha era extremadamente rápida, pero aun así, no se podía comparar con un convoy de vehículos en movimiento rápido. Me di cuenta de que esto no funcionaría; necesitaba encontrar una forma de adquirir algunos vehículos. Solo entonces tendríamos la oportunidad de alcanzar al grupo en el que estaba Margarita.
Afortunadamente, entre la Manada de la Luna Plateada y el Palacio, había varias estaciones de relevo, y podía hacer que la próxima organizara algunos para mí.
Sin demora, habiéndome decidido, encargué a Mark que se pusiera en contacto con los Licántropos en la estación de relevo. Ahora, no tenía otros subordinados capaces a mi lado; todos habían sido dispersados.
