[Perspectiva de Margarita]
Yacía en la cama con los ojos sin vida. Donald se frotaba contra mí.
Sus atractivos rasgos seguían igual, y había un brillo de sudor en su cuerpo. Sus pupilas grises-verdes estaban ligeramente oscuras, y parecía que aún se sentía excitado.
Sus ojos brillaban. Me miró por un momento y susurró —Vamos a marcarnos ahora, ¿de acuerdo?
Me incorporé ligeramente y rodeé su cuello con mis brazos para darle a Donald la respuesta más directa.
Donald aprovechó esta posición y besó mis labios lentamente y con suavidad, luego mis oídos y mi cuello.
—Te daré mi Marca. Prometo que a partir de ahora, solo te amaré a ti. No te decepcionaré en esta vida, Margarita. Caminaremos de la mano hasta el último momento de nuestras vidas —La voz profunda de Donald sonaba en mis oídos.
—Yo igual. Siempre estaré a tu lado. Nunca me separaré de ti por el resto de mi vida.
Le devolví el beso a Donald y di mi promesa.