Capítulo 10: Sin entrenamiento para Omega
—Cuando escuché que un Omega había asesinado al Alfa Marcus, esperaba que el criminal fuera alguien peligroso con una apariencia intimidante, corpulencia o algo por el estilo —El hombre con la cicatriz amenazadora comenzó a hablar casualmente, mientras el otro permanecía en silencio.
—Definitivamente no esperaba a alguien tan frágil como esto. ¿Cómo lo hiciste? —le preguntó a Elena con una sonrisa burlona. El otro hombre soltó una risa mofándose.
Elena no podía decir nada en respuesta, respirando pesadamente mientras pensaba cómo escapar.
—No puedo ser arrastrada de vuelta. No después de lo que pasé para escapar —pensó, apretando sus puños.
—Si tengo que luchar, entonces lucharé —pensó, pero su cabeza giraba ante la idea. Ella sabía que no tendría ninguna oportunidad contra los hombres. Ellos estaban bien formados y parecían tener años de entrenamiento, mientras ella no sabía nada sobre luchar.
A los Omegas no se les permitía entrenar.