Inmediatamente, al salir a la superficie del agua, los paramédicos marinos los ayudaron a subir a una embarcación.
—Estoy bien. Atiéndela a ella primero —dijo Alex entre toses. Tenía los ojos inyectados en sangre y la nariz se le había puesto rosada.
Sus ojos estaban puestos en la mujer mientras le realizaban el tratamiento de emergencia. Observó cómo el paramédico le inclinaba la cabeza hacia atrás y le respiraba en la boca, antes de realizarle RCP.
—Uno... dos... tres... cuatro... —Escuchó mientras el paramédico contaba las compresiones en el pecho. Después de unas veinte compresiones torácicas, ella se dobló y rápidamente la ayudaron a ponerse de lado, mientras vomitaba y expulsaba agua.
Una expresión de alivio se dibujó en los rostros de todos mientras rápidamente comenzaban a tratarla por hipotermia.