Fe perdió toda esperanza de que Yvonne la ayudara. Fue un giro sorprendente de los acontecimientos, ya que Yvonne siempre había impulsado que ella estuviera con Zayne. Fe sabía que no era solo porque a Yvonne le gustara ella, sino debido a que la reina quería que el rey tuviera a uno de sus aliados aún más cerca.
—Eso es decepcionante —murmuró Fe, molesta porque Yvonne había cambiado ahora que Zayne estaba casado.
No solo Zayne estaba comprometido, sino que su relación con la reina también había cambiado. Tenía que recurrir a alguien más.
—La dama Catalina ha estado de visita, así que no puedo ir a verla. ¿Dónde está Paige? —se preguntaba Fe.
Paige siempre tenía algo que compartir, lo que la hacía una buena persona de quien obtener chismes. Paige no podía contener la lengua, que era exactamente lo que Fe más necesitaba ahora. Fe salió en busca de la princesa. Su padre no iba a estar aquí mucho tiempo, así que tenía que moverse rápido.