Zayne se separó de Rosa para darle privacidad mientras se cambiaba. Si se hubiera quedado, sabía que Rosa no podría concentrarse y si Víctor se enteraba, comenzaría otra guerra.
Zayne se consideraba desafortunado por cruzarse con Alejandro. ¿Cuánto tiempo más tenía que soportar que Alejandro lo siguiera con los Ambroses?
—La princesa está muerta. Puedes viajar donde quieras sin preocuparte por que ella te siga. ¿Por qué sigues aquí? —preguntó Zayne, esperando el momento en que Alejandro desapareciera.
Alejandro se detuvo para darle a Zayne la atención que anhelaba. —Tendrás que esforzarte más para deshacerte de mí. No voy a dejar a Rosa pronto, así que deberías acostumbrarte a mi rostro.