—Una ola de pánico invadió a Rosa cuando su espalda tocó la cama. Zayne estaba sobre ella pero su peso no la aplastó como pensó que lo haría.
—Su mano derecha se apoyaba junto a su cabeza para mantener su cuerpo superior alejado de ella.
—Rosa intentó no pensar demasiado en la posición en que se encontraban. Esto era Zayne, así que no necesitaba preocuparse por lo que él haría.
—Zayne notó el miedo por un instante —dijo—. Desapareció tan rápido como llegó porque había confianza por parte de Rosa. No iré más allá contigo —prometió.
—Había una amenaza pasando por su puerta cada pocos minutos, lo que llevaría a una posición incómoda para Rosa.
—Rosa se sintió aliviada al escuchar esto. No estaba lista para el acto de cómo un hombre y una mujer demostraban que se amaban.
—Su alivio no duró mucho cuando la cara de Zayne desapareció de su vista y todo lo que podía ver era su cabello después de que él se inclinara para besar su cuello expuesto.