Rosa comió lo más rápido que pudo mientras intentaba no atragantarse con la comida otra vez. El silencio cayó sobre la habitación mientras Zayne también se mantenía ocupado comiendo.
Rosa terminó primero y colocó su tenedor en la mesa para luego esperar a Zayne. Aún era su criada mientras estuviera ahí, así que ella retiraría los platos de su habitación.
Para su sorpresa, colocaron comida en su plato. —Estoy llena —dijo Rosa, queriendo que él se lo llevara. Él era quien necesitaba comer más. —Solo estoy esperando a que tú termines.
—No puedo comer todo esto yo solo —dijo Zayne.
—Eso es mentira. Dijiste que no te gustan los mentirosos. Yo estuve en la fiesta que Janice hizo para ti y para Finn. Comiste más que esto. Por favor, llévatelo y come más —dijo Rosa, levantando su plato hacia Zayne.