Estaba atónita. Miguel me miró y agregó contento.
—Creo que obviamente dejó algunas cosas atrás.
Miguel dijo lentamente.
—¿No te parece familiar el olor? Los Licántropos Relacionados por Sangre huelen parecido.
Sabía que había cometido un error y de inmediato me sentí avergonzada.
Miguel caminó hacia mí y colocó su mano contra la pared detrás de mí. Me preguntó en voz baja, a la que no podía resistirme —Dime ahora, ¿estás celosa?
—Yo, eh, también quiero ducharme —cambié torpemente de tema y evité hablar sobre cómo actué como una mujer celosa justo ahora—. Me trajiste aquí tan de prisa que ni siquiera tengo un cambio de ropa.
—Yo lo tendré todo listo para ti mañana. ¿Puedes usar esto por esta noche?
Asentí. Después de saber que este era el vestido de la hermana de Miguel, me sentí más conforme.