Pude notar por las sonrisas en el rostro de mis padres que ellos también eran reacios a separarse de mí, pero ocultaban sus verdaderos sentimientos para no hacerme sentir aún más triste.
Sin embargo, esto solo me entristecía más. Ellos me criaron y vertieron todo su amor y cuidado en mí, pero ahora, tenía que alejarme de ellos. Nunca había hecho realmente algo por ellos. Fueron ellos quienes desinteresadamente lo dieron todo por mí.
Tal vez, desde una perspectiva particular, era una misión para los padres criar a sus hijos hasta convertirlos en adultos, y verme junto a la persona que amaba era el fin de esta misión. Aceptaría esta misión y continuaría pasándola.
Afortunadamente, lo único de lo que podía estar segura era de que Miguel sería la única persona a la que amaría profundamente en mi vida.
Después de dejar mi manada y seguir a Miguel a la manada de licántropos reales, el enfoque de mi vida cambiaría.
