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Samuel pensó por un momento y luego suspiró. —No me importa contarte —dijo—. Lo que pasó entre Miguel y Joanna ha terminado. Joanna no es una buena compañera. Incluso si Miguel no hubiera roto con ella, ella no podría convertirse en princesa, pero tú sí.
Miré a Samuel, confundida. —¿Es porque la Diosa de la Luna determinó que yo estuviera destinada a estar con Miguel? —pregunté.
Sabía que en algunas manadas, se requería que la Diosa de la Luna organizara la compañera del Alfa porque eso fortalecería al Alfa y haría que la manada fuera más fuerte.
Por esa razón, estaba molesta de que Roberto me hubiera rechazado. Me odiaba más de lo que deseaba el poder, que era lo que necesitaba un Alfa de la manada.
Me sentía terrible de que Roberto hubiera elegido a Alison como sucesora de un Alfa.
Pero en lo que a mí respecta, aunque Miguel era un príncipe Licántropo de la familia real, no era el primer hijo del actual Rey Licántropo de la familia real.
