dejen sus piedras de poder y recuerden seguir mi otro trabajo.tambien tengo un patreon por si quiere seguirlo.patre.on/YoDarki (borren el . )--------------------------------------------------------------Mientras todos viajaban en sus carretas, comenzaron a hablar, contando chistes y divirtiéndose hasta que Wanda le preguntó algo a Stephen.
—¿Quieres que intervenga para que los enanos terminen en Gryffindor con nosotros?— preguntó en voz baja.
—No. Déjalos que elijan por ellos mismos. Aunque, más o menos, ya sé dónde entraría cada uno de ellos. Pero seguro Tony elegirá por sí mismo— respondió Stephen mientras pensaba tranquilamente.
—Bien— dijo Wanda mientras se daba la vuelta para seguir conversando con sus amigas.
Luego de viajar en la carreta, que se iba balanceando por todo el camino, al fin llegaron hasta la entrada de Hogwarts, donde se veía a algunos aurores dando vueltas tranquilamente por los alrededores.
—¿Eso es por los tontos que escaparon?— preguntó Fred en voz baja. Después de todo, su padre era un trabajador del Ministerio, por lo que ellos rápidamente se enteraron, aunque no fue Arthur quien se lo dijo, sino que estaba espiando como siempre.
—Sí— respondió tranquilamente Stephen sin importarle mucho, ya que era cuestión de tiempo antes de que los cazarrecompensas encontraran a los mortífagos.
Luego de bajar del carruaje, todos fueron hacia el comedor directamente para esperar a los nuevos estudiantes.
Tras unos momentos en los que todos buscaron sus asientos, Stephen y Wanda miraron hacia la mesa de profesores.
—Lo sabía— dijo Stephen mientras hacía un gesto cansado.
Mientras tanto, Wanda había quedado completamente sorprendida al mirar las caras conocidas en la mesa.
—¿Qué hacen los abuelos y Natasha aquí?— preguntó Wanda rápidamente luego de ver a sus parientes entre los profesores, mientras sacudía a Stephen a su lado.
Por su parte, Harry estaba sorprendido y feliz de ver a sus abuelos en Hogwarts.
—Obviamente vinieron a molestarnos— dijo Stephen mientras se apartaba a su hermana de encima.
Antes de que pudieran seguir hablando sobre eso, McGonagall hizo entrar a los nuevos alumnos. Entre ellos estaban Loki y Tony, quienes miraron con una cara de "lo sabía" al encontrar a sus parientes entre los profesores.
Luego de que todos llegaran al frente, McGonagall empezó a llamar a cada uno por sus nombres como siempre. Mientras tanto, los abuelos Flamel y Natasha observaban a los más jóvenes con una sonrisa, saludando ligeramente con la mano.
—Loki Grindelwald Flamel— anunció McGonagall, al tiempo que se sorprendía con la combinación de apellidos.
El más sorprendido al escuchar los dos apellidos no era otro que Albus Dumbledore, quien rápidamente miró a sus amigos sentados no muy lejos. Ambos solo lo miraron y le sonrieron, aunque la sonrisa de Nicolas era un poco más burlona.
Mientras tanto, todos los alumnos observaban fijamente a este nuevo estudiante que compartía dos apellidos muy conocidos en el mundo mágico. Algunos lo miraban con temor y otros con alegría, después de todo compartía apellido con dos estrellas de Hogwarts.
Particularmente, los más sorprendidos eran los de Slytherin, ya que las casas de sangre pura se criaron escuchando historias sobre Grindelwald.
—Mmm. Otro más. ¡Qué vida más loca tienen ustedes, niños! Jajá— dijo el Sombrero mientras leía los recuerdos de Loki. Y aunque Loki sabía algo de oclumancia, no tenía el control mental de Wanda y Tony, por lo que el antiguo sombrero lleno de magia pudo leer los recuerdos de este.
Loki estaba por decir algo, pero el sombrero lo interrumpió y gritó con fuerza:
—¡SLYTHERIN!
Todos se sorprendieron un poco, sobre todo los de Slytherin, que empezaron a aplaudir con emoción. Por fin tenían a uno de los Flamel, quienes tenían un gran prestigio en la escuela. Y si este pequeño era como los otros dos, sería un orgullo tenerlo entre ellos, más aún por el otro apellido que compartía.
—Tsk. ¡Qué tontería!— dijo Loki al ver a los niños emocionados por su selección, mientras caminaba hacia la mesa de Slytherin y su ropa comenzaba a cambiar a tonos verdes.
—Bueno, después de todo, el verde es su color— dijo Wanda con una sonrisa.
—Qué mal, Harry. Ahora tu hermano es parte de las serpientes— dijo Ron con una mueca de disgusto. Después de todo, Ron era uno de los mayores detractores de los Slytherin en su familia. Normalmente aprendían a detestarlos, pero en su caso era algo distinto.
Algunos Slytherin practicaban artes místicas con ellos, y Ron aún no lograba llevarse bien con ellos, mientras que a su hermano no le importaba mucho.
—Deberías tener cuidado de que Loki no te escuche— dijo Harry, mirando a su amigo con extrañeza y una sonrisa. No le importaba el odio de este hacia los Slytherin. Después de todo, Harry recibía mucho rechazo de estos, pero luego de que algunos se unieran a practicar con ellos, y él se llevara bien con Daphne y Artoria, ya no los veía como una molestia como Ron. Aunque todavía se llevaba mal con el séquito de Malfoy.
Así que no le molestó que su hermano menor se uniera a esta casa. De todas formas, seguiría siendo su hermano y él conocía más o menos su personalidad. Aunque solía quejarse y sonar molesto, siempre jugaba con Harry cuando se lo pedía.
Incluso le ayudó a aprender algo de oclumancia y lo entrenó un poco en magia de ilusión mientras los demás no estaban cerca.
Harry siempre se sintió feliz por el hecho de que todos lo trataran bien en la mansión Flamel, enseñándole pacientemente, incluso antes de que se volviera hermano de sangre con ellos.
—Anthony Grindelwald Flamel— dijo McGonagall, sorprendida. Al ver la apariencia similar a la de Loki, se dio cuenta de que eran gemelos. Albus, por su parte, suspiró y rezó para que estos niños no siguieran el camino oscuro de ese apellido que siempre tenía grabado en su cabeza.
Sin embargo, sabiendo que eran nietos de sus amigos, no se preocupó tanto. Aunque, cuando recordó a los otros dos nietos que ya eran estudiantes, empezó a pensar si eso era bueno o malo.
Mientras tanto, Tony hizo un gesto de desagrado al ponerle el sombrero viejo y algo sucio. Antes de que el sombrero pudiera pronunciarse, parecía que Tony le había dicho algo.
Stephen, al leer los labios de Tony, simplemente sonrió.
Tras unos segundos de lo que parecía ser una conversación entre Tony y el sombrero, este finalmente gritó la casa de Tony.
—¡RAVENCLAW!— dijo el sombrero mientras Tony se bajaba del banco con una sonrisa presumida y caminaba hacia la mesa de Ravenclaw, con sus ropas tornándose de un azul brillante.
—¡Ah! Pensé que Tony iba a venir con nosotros, o incluso con Loki— dijo Wanda, dejando caer su cabeza sobre la mesa.
—La prioridad de Tony al venir a Hogwarts es aprender todo lo que pueda. Obviamente elegiría Ravenclaw— respondió Stephen mientras empujaba a su hermana para que se sentara bien.
Wanda, al sentir que su hermano la empujaba, empezó a molestarse, levantándose y golpeándolo.
Stephen, molesto con su hermana, empezó a pelear con ella, llamando la atención de todos en el comedor.
Sobre todo de su abuela y Natasha, quienes solo suspiraron y sacudieron la cabeza al ver a estos hermanos comportarse de manera inapropiada incluso en la escuela.
—Ahora, a todos. Les doy la bienvenida a Hogwarts...— comenzó Dumbledore, su típica voz llena de entusiasmo. En su discurso, echó una mirada a Wanda y Stephen, quienes seguían peleando, aunque ahora en un susurro.
Después de su discurso, se detuvo un momento para presentar a los nuevos profesores.
—Me gustaría presentar a los nuevos profesores que, gracias a ellos, se ha creado una nueva materia en Hogwarts, la cual será opcional. Esta clase es Alquimia, la cual será impartida por mi buen amigo Nicolas Flamel y su esposa, Perenelle Flamel— dijo Albus, mientras los dos se levantaban, saludando con un gesto noble y una sonrisa.
—Les pido que no les den demasiado trabajo, después de todo son un poco ancianos— dijo Albus con una sonrisa mientras Perenelle lo miraba con una expresión algo severa.
Los alumnos murmuraron entre sí, sorprendidos. Muchos se preguntaban cómo podían ser ancianos si se veían como si tuvieran 30 o 40 años, sin saber que se veían así gracias a los artefactos de Stephen. Después de todo, ambos tenían más de 600 años.
Los estudiantes de Ravenclaw, especialmente, estaban emocionados al saber que los famosos Flamel serían sus profesores. Los demás estudiantes pronto comenzaron a asumir que estos eran probablemente los padres de Stephen y Wanda. Aunque en realidad, eran sus abuelos.
—Otro profesor que se unirá a nosotros fue propuesto por la junta escolar— explicó Dumbledore. —Viendo los problemas con el maltrato escolar y el acoso, especialmente las peleas entre casas, se decidió que una profesora se encargue de ser la consejera escolar, así como también psicóloga. Ahora, todos denle un saludo a la profesora Natasha Flamel.
Cuando todos vieron a la nueva profesora, quien se levantó y asintió con la cabeza, quedaron en shock por su belleza.
Nadie prestó mucha atención al hecho de que también era parte de la familia Flamel, salvo algunos, quienes no quedarían tan embobados por su hermosura.
—Eso significa que tu familia tiene la mitad de Hogwarts en el bolsillo— dijo Fred, burlándose en voz baja hacia Harry.
—Natasha será nuestra consejera, eso es genial— dijo Hermione emocionada, ignorando el comentario de Fred.
Mientras tanto, Stephen, quien ya había terminado de pelear con su hermana, habló.
—Tenemos el dinero para donar un Hogwarts nuevo. ¿Crees que la junta se quejará?— dijo con una sonrisa.
—Claro, claro— respondió Fred exageradamente, mientras todos los demás reían.
—Y ahora, el último, pero no menos importante. Todos den un saludo a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras —dijo Dumbledore, señalando hacia la puerta a un lado del comedor, mientras un apuesto hombre entraba vistiendo una gabardina negra y elegante que parecía bastante cara.
Harry, al ver al hombre, se sorprendió gratamente y le dedicó una gran sonrisa.
—Sirius Black. Aunque el señor Black puede estar un poco ocupado con sus empresas, aceptó ser profesor de Hogwarts —dijo Dumbledore mientras pensaba en Black, quien saludaba a todos con una sonrisa y buscaba su asiento, el cual estaba a un lado de Natasha.
Cuando llegó junto a Natasha, la miró de manera extraña, pero siguió actuando de manera noble frente a los alumnos.
Mientras tanto, McGonagall no podía evitar sonreír al ver a Sirius entre los profesores.
—Perdón por llegar tarde —dijo Sirius a todos los profesores luego de sentarse, a lo que muchos simplemente sonrieron y le dijeron que no pasaba nada. Después de todo, todos estos profesores lo conocían, especialmente uno en particular que lo miraba con evidente odio desde no muy lejos.
No era otro que Snape, quien estaba muy molesto con la presencia de Black, pero prefirió no decir nada por ahora.
—Ahora, déjenme darles un anuncio importante. Este año se cancelarán los partidos de Quidditch, así como la Copa de Casa —dijo Dumbledore, mientras muchos alumnos comenzaban a quejarse y se preguntaban por qué.
—Ya, ya. Este año es particularmente especial, pues seremos los anfitriones de un evento extraordinario: el Torneo de los Tres Magos —explicó rápidamente Albus, mientras trataba de tranquilizar a todos.
Al escuchar esto, los estudiantes empezaron a gritar de emoción, mientras los profesores solo sonreían.