aquí les dejo el capítulo perdón por no subir estos días tuve problemas médicos bastante tontos que no voy a decir.
Solo voy a decir no busquen sus síntomas en internet o se llevarán un susto
Recuerden dejar piedras de poder. Ayuda mucho.
Y este capítulo puede tener errores por culpa del corrector perdonen por ello.
Sin nada más que decir... disfruten :
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Cuando llegamos a una casa en la cima de una pequeña colina, me sorprendí bastante por todas las barreras que poseía.
Incluso Hogwarts palidecería ante las defensas de este lugar.
—Abuela, ¿tu amiga de qué solía trabajar? —pregunté, curioso por lo que veía a mi alrededor.
Había incluso trampas rúnicas que normalmente se encontraban en pirámides o tumbas antiguas.
—En su juventud exploraba mazmorras y se dedicó a la maestría de runas —explicó tranquilamente con una sonrisa.
—¡Wow, qué lindas flores! —dijo Wanda, ignorando nuestra conversación mientras se acercaba a una rosa que brillaba como un arcoíris.
—Si no quieres sufrir durante meses dolores torturadores hasta morir, yo no la tocaría —dijo el abuelo mientras caminaba lentamente detrás de todos—. Es una flor de los sueños falsa; obviamente es una trampa.
—Niños, no toquen nada hasta que estemos dentro. Mary puede ser bastante... cautelosa —dijo la abuela, buscando una palabra menos violenta para decir que era paranoica y desconfiada.
—¿Será igual que Moody? —dije con una sonrisa, pensando que era exagerado compararlo con él.
—Posiblemente peor —respondió la abuela con seriedad.
—¿Qué? ¿Es posible ser peor? —Quedé sorprendido por su respuesta.
Cuando terminamos de conversar, llegamos a la puerta. La abuela se paró frente a ella sin hacer ningún movimiento para llamar.
—¿No vas a golpear, abuela? —preguntó Harry, con duda.
—No. Solo espera unos segundos —respondió tranquilamente.
Después de un silencio incómodo de diez segundos, la puerta se abrió por sí sola. Una señora pequeña asomó su cara lentamente, mirando a la abuela con desconfianza. No parecía tener más de 40 años y estaba bien vestida con una armadura de cuero de dragón bastante presentable. En su cuerpo se veían varias joyas de alto valor, que claramente eran amuletos protectores.
En su cara tenía un pequeño monóculo que brillaba en rojo, saturado de runas al límite de lo que podía soportar.
—¿Quién eres tú? —dijo mientras apretaba con fuerza su varita. Noté que varias runas de trampas y defensas alrededor de la casa empezaban a activarse.
—Ah, cierto —dijo la abuela mientras tocaba el centro de su collar, recuperando su apariencia anciana—. Soy yo, Perenelle. Tanto tiempo, Mary —saludó con una sonrisa.
—Sangre —dijo Mary, enviándole un pequeño frasco.
Sin decir mucho, la abuela se pinchó el dedo y dejó caer una gota dentro. Mary llevó el frasco a su monóculo, donde múltiples runas aparecieron y cambiaron de color en su lente.
Al terminar el análisis, Mary dejó el frasco y abrazó alegremente a la abuela.
—¡Peny! —dijo, rodeando la cintura de la abuela, visiblemente emocionada.
Mientras tanto, los demás y yo quedamos aturdidos por lo que acababa de pasar.
—El monóculo fue creado por tu abuela y Mary. Puede leer cada componente mágico de la sangre. Incluso con la poción multijugos no se puede copiar la misma resonancia mágica de cada persona —explicó el abuelo mientras observábamos a la abuela y Mary ponerse al día rápidamente.
—Mary, tanto tiempo —dijo el abuelo, acercándose a las dos damas.
—Sangre —repitió Mary con seriedad. Sin alternativa, el abuelo replicó lo que hizo la abuela.
—Ah, Nico, eres tú. Hola —respondió Mary sin mucho interés, ignorándolo, lo que dejó al abuelo un poco triste. La abuela, mientras tanto, trataba de contener la risa.
—¿Quiénes son ellos? —preguntó Mary, apuntándonos con su varita mientras buscaba respuestas en la abuela.
—Ellos son mis nietos: Harry, Wanda y Stephen. Stephen es el mayor —dijo la abuela, orgullosa.
—Hola.
—H-hola.
—Hola, señora Mary —saludamos los tres educadamente mientras ella nos miraba fijamente.
—¿Estás segura de que son ellos? —preguntó nuevamente a la abuela.
—Sí, Mary. Su magia es especialmente difícil de imitar, por lo que sería complicado infiltrarse como ellos —respondió la abuela con calma, anticipándose a una investigación más profunda.
—Mmm... bueno, si tú lo dices —dijo Mary, todavía algo dudosa. Se acercó a nosotros sin soltar su varita—. Denme su sangre; así los registro.
Harry fue el primero en ofrecerla, sin problemas. Wanda y yo dudamos, mirando a la abuela, quien, entendiendo nuestra preocupación, asintió suavemente. Finalmente, seguimos el ejemplo de Harry, dejando caer una gota de sangre.
Nuestra sangre, al salir de nuestro cuerpo, tenía un brillo que llamó rápidamente la atención de Mary.
—Ustedes... denme eso —dijo, tomando los frascos con rapidez y observándolos con su monóculo. Durante unos segundos se quedó en silencio.
—¿Cómo es posible que sean tan parecidos? —murmuró, aturdida.
—Bueno, somos gemelos... lastimosamente —respondí tranquilamente.
—¿Lastimosamente? —Wanda me miró ofendida y molesta—. Es tu recompensa por salvar millones de vidas en tu vida pasada tenerme como tu hermana gemela —dijo, orgullosa.
—Más bien el castigo por destruir varios planetas —respondí con sarcasmo.
Antes de que Wanda se abalanzara sobre mí, la abuela la detuvo con una mirada de desaprobación. Ambos dejamos nuestra pelea para más tarde, aunque Wanda me lanzó una mirada amenazante que me hizo reír burlonamente.
Para calmarla, el abuelo le dio una bolsa de caramelos mientras esperábamos que Mary volviera a hablar.
Ella nos miró fijamente, como si hubiera entendido algo importante..
--Ustedes no... mm... tal vez --dijo mientras nos volvía a mirar fijamente a Wanda y a mí--. Saquense el disfraz --dijo mientras esperaba.
Nos sorprendió un poco que se haya dado cuenta de que teníamos un disfraz o, en todo caso, ocultábamos nuestros rasgos exagerados.
Haciéndole caso, tanto yo como Wanda apagamos nuestras herramientas y nuestra apariencia no cambió mucho, pero el aura que nos rodeaba, nuestro cabello y ojos, sí.
Ahora brillaban con magia, atrayendo todo a nuestro alrededor.
Sobre todo nuestros ojos, que brillaban de un color azul muy mágico, como si pudieras ver el maná mismo del mundo.
--El pelo es diferente --dijo, dudativa, al ver nuestro cabello dorado brillante, que parecía incluso iluminar en la oscuridad. Pero los ojos son los mismos --dijo un poco anonadada.
Se puede decir que nos sorprendió un poco la calma con la que nos miró, ya que la primera vez que todos nos ven así quedan momentos hechizados o hipnotizados. Incluso Harry, a un lado, nos miraba con la cara embobada.
Solo los abuelos podían resistirlo fácilmente por qué me criaron desde bebe así que estaban acostumbrados Por lo tanto, cuando vieron a Wanda, no tuvo tanto efecto.
Pero ahora esta señora nos miraba a ambos como si nada. Como si estuviera acostumbrada de igual manera que los abuelos.
En ese momento, mis malos presentimientos volvieron, sobre todo escuchando lo que apenas dijo.
--Ya veo, ya veo --se dijo a sí misma como si hubiera entendido algo--. Entren --dijo, sin explicaciones, mientras entraba rápidamente a la casa.
Quedándonos momentos aturdidos, entramos a la casa siguiendo a Mary. Tampoco volvimos a activar nuestros disfraces, por lo que Harry nos seguía tontamente detrás.
Cuando entramos, Wanda y yo nos sorprendimos un poco por todas las armas que había en las paredes. Incluso había armas muggles, como escopetas y rifles.
Algo raro en el mundo mágico, ya que los magos miraban estas armas con burla, ya que no son muy peligrosas para los magos. Obviamente estoy hablando de armas pequeñas, no tan poderosas.
Las cuales serían difíciles de usar para matar a un mago, ya que los magos en este mundo son bastante resistentes.
Literalmente pueden perder un brazo y, con una poción, luego de un par de días ya lo tienen como nuevo.
Y la ropa que usan los magos también es bastante resistente. Por ejemplo, la armadura de cuero de dragón que tiene Mary. Incluso a un rifle de alto calibre le costaría atravesarla.
Obviamente, si le dieran en la cabeza, sería diferente.
--¡Naty, llegaron tus padrinos! ¡Y traen una sorpresa! --gritó Mary hacia la escalera que llevaba al segundo piso.
--¡Voy en camino! --se escuchó un grito desde arriba.
Mientras nos sentábamos a esperar a la hija de Mary, nos acomodamos en el comedor donde Mary y la abuela se ponían al corriente.
Mientras tanto, Wanda y yo le tirábamos envolturas de caramelos a Harry, que estaba avergonzado por cómo se comportó hace unos momentos.
--Ya tendrías que estar acostumbrado, idiota --dije mientras le tiraba un envoltorio.
--Jajaja, tenía la cara de un idiota nuevamente --dijo Wanda, burlándose.
--Hola, madrina Perenelle y padrino Nicolas --dijo una voz, interrumpiéndonos, por lo que todos nos dimos vuelta para ver a la muchacha que entraba al comedor.
Harry fue el primero que la vio porque estaba sentado apuntando a la puerta, por lo que quedó instantáneamente hipnotizado y volvió a su cara de idiota.
Mientras que Wanda y yo, sin darnos cuenta, sentimos algo dentro nuestro.
El mismo sentimiento cuando vi a Wanda por primera vez. La conexión de sangre.
--Aquí vamos otra vez. --Suspiré--. Se supone que era la única hermana que tenía --le dije rápidamente a Wanda en un susurro.
--Nunca dije que sería la única, tú lo tomaste como un hecho porque morimos al mismo tiempo --respondió también susurrando.
--¿Crees que sea alguien que conocemos? --pregunté rápidamente.
--¿Cómo lo sabría, idiota? --respondió un poco enojada.
Mientras empezábamos a darnos manotazos y a pelear, la nueva chica que entró al cuarto saludó cálidamente a los abuelos con un abrazo.
--Naty, cada día más bonita --dijo Nicolas mientras observaba con una sonrisa a su ahijada y le entregaba un obsequio.
--Es tan hermosa que siento lástima por los corazones rotos que quedarán atrás. Me hace recordar mi juventud --dijo Perenelle mientras le daba un abrazo a la atónita Naty.
La cual quedó sorprendida por la juventud de Nicolas y Perenelle, quienes se veían de unos 30 años. Incluso parecían más jóvenes que su madre.
--¿Ustedes son jóvenes? --respondió automáticamente, lo cual ambos ancianos entendieron como un cumplido cariñoso.
Pero, obviamente, fue una pregunta.
--Naty, ellos son mis nietos --dijo Perenelle, apuntando a los tres ruidosos detrás de ella.
Bueno, básicamente Harry quedó encantado por la hermosura de Naty, por lo que no hacía ningún ruido.
Pero Wanda y Stephen habían empezado a tirarse de los pelos hace rato, por lo que estaban haciendo mucho ruido en casa ajena.
Naty, con una sonrisa, se acercó lentamente detrás de ellos y habló.
--Hola, Wanda, tanto tiempo. Hola a ti también, Stephen. Tony me habló hace tiempo sobre ti.
Al escuchar esas palabras, los dos, que estaban en una batalla a muerte de hermanos, quedaron congelados en sus posiciones.
--Suspiro. Sí, es de donde vinimos --dijo Stephen mientras soltaba el pelo de Wanda.
Wanda asintió, también soltando el pelo de Stephen, y los dos se dieron vuelta para ver quién era.
Y parada frente a ellos estaba una pelirroja, bella mujer con un cuerpo esculpido por los mismísimos dioses. Lo que, técnicamente, no era equivocado.
--¡Natasha! --gritó sorprendida Wanda mientras miraba a la voluptuosa mujer frente a ella.
--Así que Black Widow, ¿eh? --dije mientras observaba un poco sorprendido a Natasha.
La cual los miraba a ambos con una sonrisa suave.
--Naty, muéstrales --dijo Mary, la cual ignoró nuestras palabras.
--Claro --dijo Natasha mientras tocaba una runa que tenía tatuada en su muñeca.
Al tocar esa runa, su apariencia no cambió tanto. Igual que nosotros, su aura, pelo y ojos fueron los que cambiaron.
Pero, a diferencia de nuestro cabello rubio, ella conservaba su cabello pelirrojo, pero ahora este brillaba como si fueran llamas vivas, dando un hermoso espectáculo con sus ojos azules que brillaban con la misma intensidad.
En ese momento, tanto la abuela como el abuelo quedaron sorprendidos, ya que ellos nunca se habían enterado de su verdadero aspecto.
--Espera, ¿por qué tienes ese aspecto? --preguntó confundida Wanda, mirando que Natasha tenía su mismo aspecto que si vida pasada, pero ahora más mágico.
--Ah, porque soy una cambiaformas y este es el aspecto con el que crecí y estoy acostumbrada --respondió sencillamente Natasha, porque sabía que estaba con gente de confianza.
Saliendo de su sorpresa, la abuela Perenelle habló.
--¿Naty también es hermana de Stephen y Wanda? --preguntó alegremente sorprendida.
--Por las muestras de sangre y sus ojos, puedo decir que sí --dijo Mary tranquilamente.
---fin del capítulo----
tiene un par de errores, creo. por culpa de chatgpt. tenía demasiadas palabras y se volvió loco por lo que tuve que cortarlo un poco.