༺ Ceremonia de Coronación (4) ༻
Los cristales de hielo se extienden.
La explosión de maná de hielo brillante y poderoso destrozó la sólida barrera de hielo del Comandante de la 2da Legión, Karius, y lo envolvió.
Isaac solo había lanzado una [Explosión de Escarcha] lo suficientemente poderosa como para someter a Karius.
El Hechizo golpeó el estómago de Karius y voló como una pelota, estrellándose contra la pared.
Los trozos de hielo que se formaron instantáneamente con las explosiones pronto se convirtieron en polvo de maná y se disolvieron en el aire.
"¡Argh!"
Karius dejó escapar un solo grito.
'Yo… no bajé la guardia.'
Había sido golpeado a pesar de estar en guardia.
Los movimientos de Isaac superaron con creces sus expectativas.
Más que dudar, estaba asombrado.
¿Se trataba de magia para mejorar el cuerpo?
No, si así fuera, lo habría sentido y habría reaccionado de inmediato.
Era claramente la habilidad pura del Soberano del Hielo.
Además, la confiable defensa de Karius se había roto como una ventana de cristal.
Estar en ese estado después de un solo intercambio, con tal diferencia de Nivel, era más inspirador que dañino para su orgullo.
Sentio como si estuviera frente a un muro inquebrantable e infranqueable.
El frío que penetraba en sus huesos ralentizaba enormemente sus movimientos y le causaba un dolor intenso.
Su conciencia se estaba desvaneciendo, pero Karius intentó aguantar.
Para él, fracasar en un duelo, especialmente después de un solo intercambio, era inaceptable.
Levantó la cabeza y en ese momento…
"Eres lento, incluso para levantarte."
"¡…!"
Isaac ya estaba allí frente a Karius.
'¿Ya cubrió esa distancia…?'
Karius no lo podía entender.
Parecía como si Isaac estuviera ignorando incluso las leyes de la física.
"Si fuera una batalla real, ya estarías muerto".
¡¡¡Kwaaak!!!
Con un comentario sin emoción, Isaac le dio una patada a Karius en la cabeza.
Fue una patada fuerte y aguda.
Se oyó el sonido de huesos al romperse.
Una breve ráfaga de viento hizo volar el cuerpo de Karius.
Luego Karius rodó por el suelo antes de caer finalmente inconsciente.
"...Se acabó el duelo. El Señor gana."
El duelo terminó.
Ni siquiera puede considerarse un duelo.
El Comandante de la 1era Legión, Dorhan, y la Comandante de la 3era Legión, Isabel, empezaron a sudar frío.
Conociendo la fuerza de Karius, este duelo absurdamente breve se sintió extremadamente dramático.
La Comandante de la 4ta Legión, Erich, entrecerró los ojos y esbozó una sonrisa significativa.
"¿Cómo es esto posible…?"
Isabel se lamentó.
Todo lo que vio del movimiento de Isaac fue cuando dio un paso hacia adelante.
Era casi como una tele-transportación.
Habría sido bastante impresionante si fuera magia de tele-transportación.
Pero no fue así, lo que lo hizo aún más sorprendente y fascinante.
Como Soberano del Hielo, Isaac no solo se destacaba en la magia de hielo, sino que también tenía una fuerza física inmensa.
El reciente intercambio superó la perfección.
'¿Cómo podía luchar con tanta elegancia? ¿De dónde provenía una fuerza tan abrumadora?'
Era verdaderamente una potencia digna del título de "Soberano del Hielo".
Al reflexionar sobre la heroica historia de Isaac y el duelo de hace un momento, Isabel se sintió aún más conmovida.
Una sonrisa se dibujó en su rostro.
***
"Cúralo."
Le di instrucciones a Dorhan, quien miraba a Karius con expresión de sorpresa, haciendo un gesto hacia él.
"Entendido. Cúralo ahora."
"¡Sí!"
Dorhan transmitió mi orden a los asistentes que estaban en espera.
Los asistentes se acercaron a Karius y usaron magia curativa.
"¿Alguien más?"
Miré a los Comandantes de legión que quedaban.
Era mejor resolver todo de una vez.
Pronto, los ojos de la Comandante de la 3era Legión, Isabel, brillaron mientras corría rápidamente hacia mí.
"¡Maestroooo!"
"¿Eh?"
Isabel se arrodilló ante el.
Había un poder abrumador incluso en su sumisión.
Isabel levantó la mirada, sus ojos brillaban de emoción.
'¿Qué le pasa a ella?'
"¡Fue una combinación perfecta! ¡Realmente eres alguien digno a quien servir! ¡No podría sentirme más honrada de servirte, mi Señor!"
Ella estaba increíblemente emocionada.
"Cálmate…"
"¡La Comandante de la 3era Legión Isabel está cautivada por su fuerza, mi Señor! ¡Juro aquí y ahora dedicar mi vida a servirle!"
Isabel Silverwolf.
Aunque era la más temeraria y testaruda de los cuatro Comandantes de la Legión, también era la más confiable.
Parecía que estaba profundamente conmovida por mi demostración de poder contra Karius, con el Paso de las Sombras que Gerald me enseñó y el delicado control de mi [Explosión de Escarcha].
Dado que incluso la gente común se sorprendería con tales habilidades, debe haber sido aún más asombroso para Isabel, quien era muy versada en combate.
'Esto se siente bien.'
Quería tratarla bien primero.
Puede parecer mezquino, pero yo soy un ser humano.
Naturalmente, me sentiría más inclinado hacia aquellos que me mostraron su favor desde el principio.
Cuando le di una palmadita a Isabel en el hombro, ella parecía muy contenta, como si incluso el contacto físico fuera un honor.
Los otros Comandantes de la Legión también me miraron con expresiones de sorpresa.
Después de demostrar que podía someter fácilmente a un Comandante de la Legión, no solo sintieron respeto sino también una sensación de impotencia.
"Erich."
"Sí."
A mi llamado, el Comandante de la 4ta Legión, Erich, respondió con una sonrisa inocente.
"Te pusiste del lado de Karius antes, ¿no? Si tienes alguna queja, vamos a resolverla aquí mismo."
"Superaste mis expectativas. Fue tan perfecto que ya no tengo ninguna queja."
A pesar de su dificultad para hablar debido al alcohol, Erich era sincero.
"¿De verdad?"
Estas personas eran mis subordinados y era nuestra primera reunión.
No estaba mal que fueran cautelosos hasta que vieran mis habilidades de primera mano.
Ahora ya no había necesidad de gastar energía innecesaria.
"Me alegra oírlo."
Me volví a poner las gafas.
"Ya terminamos aquí. Puedes irte".
Abandoné el campo de duelo.
Oí el ruido de ropa y armaduras detrás de mí.
Era el sonido de los Comandantes de la Legión haciendo un saludo.
***
"¡Su Majestad!"
"Debes ser el Gran Regente."
"¡Sí! ¡Soy Richard Matthews, el 23.º Gran Regente!"
"Ah, claro…"
En la sala de recepción me encontré con el bullicioso Gran Regente.
Era un hombre de mediana edad, con el pelo canoso y barba.
Tenía ojeras notorias bajo los ojos.
Me senté en una silla mientras el Gran Regente Richard Matthews se arrodillaba sobre una rodilla frente a mí.
Entre los asistentes, Alice Carroll y el Dragón de Hielo en su forma humanoide nos observaban desde la distancia.
"Hilde, ¿qué es un Gran Regente?"
[En mi memoria, es un puesto que actúa en nombre del Soberano del Hielo. Pueden llevar a cabo las funciones del Soberano del Hielo hasta cierto punto. Mi Maestro anterior lo estableció.]
"Veo."
Escuché la conversación entre Alice y Hilde.
Hilde recordaba cosas de hace mil años de manera extraordinaria.
El papel del Gran Regente era similar al de un Primer Ministro en el país de mi vida pasada.
"¡Hicc, es un honor increíble servir al Soberano del Hielo mientras aún estoy vivo…! ¡Nunca imaginé que experimentaría tanta gloria en mi vida!"
El Gran Regente Richard Matthews parecía estar a punto de derramar lágrimas de alegría.
'¿No es él demasiado falso?'
'Él simplemente está feliz de poder relajarse ahora.'
Parecía que su alegría provenía de que finalmente lo relevaban de sus funciones.
Bueno, no estaba del todo mal, considerando que las tareas que él desempeñaba eran las que yo debía asumir.
Quizás, el Soberano del Hielo original creó el puesto de Gran Regente con la intención de descargar responsabilidades.
'Aun así, después de todo es humano.'
Me pareció entrañable.
Demostraba que había trabajado con diligencia y responsabilidad, a pesar de que también disfrutaba del sabor del poder.
Dada su reputación de conducta ética, era aún más agradable.
Según mi [Percepción Psicológica], no parecía tener malas intenciones.
"Sabes que planeo regresar al Imperio y volver más tarde, ¿correcto?"
"Sí, claro."
"Lo siento por eso."
"En absoluto. Mi papel es apoyar a este país y esperar hasta que Su Majestad cumpla su propósito".
El Gran Regente Ricardo no mostró ningún signo de descontento, sólo arrepentimiento.
Parecía realmente satisfecho, sabiendo que sólo tenía que aguantar un año más.
Su actitud positiva era un alivio.
"La coronación es mañana, así que descanse hasta entonces. Le serviré con mi vida, Majestad."
No era necesario.
Me parecía una carga pesada.
"Eh… Gracias, Richard."
"¡No hace falta que me agradezca, Su Majestad! Por cierto... si no es demasiado atrevido preguntar, ¿puedo preguntarle algo?"
"Puedes. ¿Qué pasa?"
Richard miró a Alice y Hilde y luego preguntó con cautela.
"¿Cuál de las estimadas invitadas que trajiste contigo será la Consorte Principal…?" (N/T: Quieres ver arder el mundo verdad XD)
Estaba preguntando por Dorothy, Alice y Hilde.
Dorothy no estaba allí porque estaba meditando y refinando su magia en algún lugar con una buena vista.
En cualquier caso, las tres eran mis invitadas y el palacio los trataría igualmente bien.
Pero saber quién sería la Consorte Principal permitiría una consideración a nivel nacional.
Era una pregunta razonable.
A Alice se le erizaron los pelos.
Noté que sus hombros temblaban un momento.
Era evidente que estaba nerviosa.
Por otra parte, Hilde, al ser una familiar y por lo tanto no una contendiente, permaneció inexpresiva.