Chapter 2 - Prefacio

Escuché un pequeño gemido.

—Pero... ¿Qué haces?... —Abrí mis ojos mientras observaba la escena frente a mí. Mi nuca se sentía tensa y mi cuerpo igual al escuchar los sonidos que salían de su boca.

No respondió

Él contrario seguía restregandose mí camisa por su cara, el piso estaba lleno de mí ropa y él acurrucado de lado, en una especie de nido. Intenté acercarme lentamente sin hacer ruido hasta estar de rodillas en la esquina de su "nido"

— Hmm... —sus ojos se veían lascivos mientras tenía un sonrojó en su cara jadeante, seguía muy entretenido en restregar su rostro contra mi camiseta.

Intenté tocar su hombro con la punta de mi dedo pero al siquiera sentir el mínimo roce giró rápidamente a verme, con esos ojos lagrimosos que se traía, faltaría ahora que se le saliera el moco. Se exaltó por un momento y se alejó unos centímetros de mí, sin soltar mi camisa.

—¿Q-Qué haces a-aquí?... — tartamudeaba mientras se aferraba más a la ropa, su pecho subía y bajaba rápidamente.

—Aquí vivo... —di mi respuesta obvia y el bajó la mirada, lo observé unos segundos más, se comportaba como gata en celo. — Oye, preguntaría que te sucede pero realmente no me interesa... ¿Cómo entraste a mi casa?, creí haberte dicho que no vinieras desde que rompiste mi puerta — él me miraba y tenía un leve puchero, se veía gracioso.

— Le saqué copia a tú llave... Mmh... — repentinamente se había levantado del piso con ropa y se acercaba con movimientos temblorosos a mí, mientras estaba con las palmas de la mano y rodillas apoyadas del piso, viéndome, desde aquí podía ver lo levantada que estaba su cadera. Retrocedí un poco mientras seguía sentado en el piso, pero al parecer eso no lo detuvo y siguió acercándose con una mezcla de temblores y coqueteo hacia mí.

Mi espalda chocó con la pared, al darse cuenta de que se me había acabado el espacio siguió tomando cercanía hacía mí.

— V-Vamos... P-Por... favor... — Dijo entre jadeos

—¿A dónde vamos?— Pregunté confundido, cada vez esto se ponía más raro. Él tembloroso chico tardó unos segundos en responderme bajando la mirada pero luego volvió a reintegrarla viéndome.

— Vamos... A hacerlo... —suspiraba sonrojado, podía ver gotas de sudor cayendo de su frente.

— ¿A hacer fraude bancario?... —sugerí nervioso

— No... Vamos a tener sexo— dijo sin titubear con la misma tez temblorosa que tenía, sus brazos y piernas temblaban y sus labios seguía tan cerca de los míos que casi podría sentirlos.

Me atraganté con mi saliva y casi pude sentir el sonrojo mío.

— Pero... No andes diciendo Boberias, además, soy vir... — no terminé mi frase al ver como el chico se sentaba en mi regazo con ambas piernas a los costados para abrazarme del cuello y restregar su cara contra mi pecho murmurando cosas.

Protegeme señor con tu espíritu.

— P-Por favor... — me miraba con ojos llorosos.

—Estás más encimoso que lo usual... Que mosco te picó...— Volteé mi cabeza para evitar mirarlo.

— M-Mi Celo acaba de llegar... P-Por favor... —

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