—¿Sabes dónde encontrar el Jade del Emperador? —preguntó Rong Shengsheng, quien actualmente vestía como hombre.
El dueño de la tienda levantó los párpados y miró a Rong Shengsheng. Se veía juvenil y algo infantil, con un rostro que se parecía un poco al de una mujer, dándole un aspecto suave y delicado.
Esta apariencia dejaba claro que no era alguien que pudiera permitirse el Jade del Emperador.
Sin embargo, en el espíritu de ayudar a otros, aún dijo, —Tengo un amigo que recientemente adquirió un colgante de jade hecho de Jade del Emperador. Si te interesa, podría ponerte en contacto con él.
—¿Un colgante de jade? Estoy buscando la piedra en bruto... —respondió Rong Shengsheng.
Al oír esto, el dueño se sorprendió aún más y dijo, —¿La piedra en bruto? Me temo que eso no está disponible ahora a menos que estés dispuesto a gastar todo lo que tienes continuamente en minería. Con un poco de suerte, podrías encontrar un trozo después de una década o algo así.
