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—¿Un conejo agonizando?
—¿No debería ese tipo de olor ser apestoso?
—¿Por qué huele tan fresco?
—¿Podría ser que cuando la muerte se acerca, junto al dolor y la descomposición, también exista una fragancia fugaz que uno no puede detectar? Si ese es el caso, la habilidad única de Yi Qiyun es realmente impresionante.
Lleno de admiración por Yi Qiyun,
—Siéntate aquí primero mientras intento extraer el aroma de tu cuerpo —Yi Qiyun señaló una silla a su lado.
Rong Shengsheng se sentó en la silla, —¿Y luego? ¿Necesito hacer algo más?
—Solo relájate —respondió él.
—De acuerdo.
Yi Qiyun sacó un frasco pequeño, se acercó a Rong Shengsheng, la olió y comenzó a buscar fragancias. Como el aroma en Rong Shengsheng era tenue, Yi Qiyun tenía que acercarse constantemente para poder distinguirlo bien y, lo que es más importante, a veces no lo detectaba, lo cual era bastante doloroso, dejándolo en espera continua.
