Toda la fuerza en el cuerpo de Tong Yiyue se había esfumado con esa única frase que cancelaba la boda; se derrumbó en el suelo, inerte, habiendo olvidado cómo llorar.
Todo ante sus ojos era negrura absoluta, como si hubiese caído al infierno.
Había dado por completo la esperanza en este mundo.
—¡¿Por qué?! —gritó Tong Yiyue con un grito desgarrador y penetrante—. ¿Por qué...?
Cada vez, la felicidad parecía estar tan al alcance de su mano.
Pero al final, las cosas nunca salían como ella deseaba.
Si ella y Li Hanxian no estaban destinados a estar juntos, entonces ¿por qué el destino los había hecho encontrarse?
¿Por qué un joven Li Hanxian la protegió?
¿Por qué la protegió solo unos años, y no toda una vida?
Su corazón estaba lleno de demasiado resentimiento...
Había dado todo de sí, incluso su vida estaba expuesta, sin embargo...
