—Pero, había esperado mucho tiempo, solo para recibir de Rong Shengsheng una frase: «A quién amo no tiene nada que ver contigo».
—¿Nada que ver con él?
—Los dos habían dormido juntos y hasta tenían un hijo; incluso si no hubiera sentimientos de por medio, su relación estaba lejos de ser ordinaria.
—Pero...
—Suprimiendo la amargura en su corazón, forzó una burla y asintió: «Está bien, ya que insistes en casarte con él, no tengo más condiciones que ofrecer. Súbete al coche, te llevaré a conseguir el perfume del Maestro Mao Lin».
—Rong Shengsheng se quedó atónita por un momento: «¿Por qué no quieres que me case con Lan Xiyu?»
—Li Hanxian estaba parado en el viento, su mirada profunda como un abismo, silencioso por un largo rato, antes de hablar: «No puedo soportar verte feliz».
—En ese momento, Rong Shengsheng llegó a una repentina realización, así que eso era.
—¿Ella sería feliz casándose con Lan Xiyu?
—Si es así, sus preocupaciones eran completamente superfluas.
