—Zhu Miaoyue se giró y empujó la puerta para salir cuando se encontró con Li Jinghong. Rápidamente bloqueó la entrada, negando con la cabeza—. Hanxian está de luto ahora mismo, déjalo solo y que tenga un poco de paz. No deberíamos molestarlo más.
—¿De qué está de luto?
—Ya sabes, Rong Shengsheng se va a casar...
—Li Jinghong resopló con desdén—. ¿Por qué estar triste? Es solo una mujer. Si llega el caso, ¡encuentra otra!
—Mientras hablaba, elevaba su voz a propósito para que Li Hanxian pudiera oír:
— ¡Mejor no llores, o avergonzarás a la familia Li! No es como si no tuvieras pretendientes, ¿¡de qué hay que llorar?!
—Nosotros los hombres de la familia Li, desde tiempos antiguos, nunca hemos sido del tipo de morir por una mujer. ¡Demuestra un poco de espíritu!
—¡Papá te encontrará a alguien incluso mejor!
