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Al escuchar esto, Li Hanxian se detuvo abruptamente, diciendo fría e insensiblemente—¿Antes? ¿No fue todo eso resultado de tu manipulación calculada?
Rong Shengsheng quedó inicialmente impactada, como si un rayo la hubiera golpeado, su mente zumbando con un vacío insondable. Entonces, llena de ira, le dio una bofetada a Li Hanxian en la cara y dijo—¡¡No puedo creer lo repugnante que eres!!
¿Ella, la que estaba calculando? ¡Claramente fue él quien había iniciado todo! ¡Sinvergüenza!
—Ya que me acusas de manipuladora, entonces entrégame a los niños —dijo ella—. Te aseguro, ¡¡nunca más apareceré ante ti!!
Li Hanxian, con la lengua presionando su mejilla, soltó una risita y se giró para instruir al mayordomo—¿Qué esperas? ¡Échala fuera! —dijo.
—¡Sí!
El mayordomo de inmediato llamó a varios guardaespaldas para que tomaran los brazos de Rong Shengsheng y comenzaran a arrastrarla hacia la entrada principal.
