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La expresión de Lan Xixiao se volvió fría instantáneamente, y soltó una risa forzada —Entonces no te molestaré más, descansa bien.
Rong Shengsheng también se alejó rápidamente, no queriendo tener demasiado contacto con Lan Xixiao.
Después de regresar a su habitación, apoyó su frente sin ganas, sintiéndose somnolienta, sus párpados luchando por mantenerse abiertos. Solo unas cuantas vueltas corriendo la habían agotado.
Había tenido un accidente de coche muy grave, y su cuerpo ya había quedado con varios problemas crónicos. Era ya un golpe de suerte que estuviera aún viva, esperar que su cuerpo estuviera tan bien como antes era probablemente pedir demasiado.
La mañana siguiente llegó temprano.
Rong Shengsheng se levantó al romper el alba para hacer el desayuno para la Familia Lan. Aunque había sirvientes, se sentía incómoda viviendo a expensas de otros, así que siempre se unía para hacer los trabajos.
A esa hora, el cielo estaba tenuemente iluminado.
