En el apretado cuarto de los sirvientes, Rong Shengsheng se ocupó todo el día, limpiando cada rincón de la habitación, y luego tendiendo ropa de cama limpia y ordenada en la cama.
Aunque este era el dormitorio de los sirvientes, ya era mucho mejor que la habitación alquilada que tenía antes.
Después de todo, mirando por la ventana, se podía ver el jardín trasero de la Familia Lan y el vasto estanque de lotos.
Después de la escuela, Miaomiao y Qinqin podían salir y jugar hasta hartarse, en lugar de estar encerrados en una habitación estrecha sin a dónde ir.
—¡Mami! ¡Mira! ¡Las hojas que mi hermano y yo encontramos afuera son tan bonitas! —Miaomiao y Qinqin entraron corriendo, con los brazos llenos de hojas rojas, sus mejillas sonrojadas como el brillo del atardecer.
Tomando una hoja, Rong Shengsheng la inspeccionó cuidadosamente, revelando una sonrisa dichosa —Sí, son hermosas... —El lugar de la Familia Lan es hermoso.....
