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Rong Wanwan se escondió en los brazos de Li Hanxian, una sonrisa pícara en su rostro, temblando ligeramente de la emoción.
Li Hanxian, sin embargo, pensó que estaba llorando demasiado triste, así que la levantó y entró en la mansión.
Este aguacero... todavía persistía.
—Todos dejen lo que están haciendo y vayan a la sala de reuniones en el último piso.
Luo Lishu, llevando tacones altos, se paró arrogante con los brazos cruzados, sus pantalones ajustados azul aqua acentuando sus piernas largas y rectas.
Estos últimos días, Li Hanxian había estado convocando reuniones frecuentemente, con el objetivo de discutir contramedidas.
Rong Shengsheng dejó el perfume que estaba sosteniendo, se lavó las manos y se preparó para unirse a la reunión, pero fue detenida en la puerta.
Luo Lishu se rió despectivamente —Esta vez, el Presidente Li se reunirá con los perfumistas más importantes, una pasante como tú no califica, ¡mejor quédate aquí y espera!
—Oh...
