Rong Shengsheng tuvo poco apetito por la comida, pero aún así logró mostrar una sonrisa amarga, probó el foie gras y lo elogió algunas veces.
Ai Weixi tenía una mirada penetrante, y por supuesto pudo notarlo, pero no lo mencionó.
Así, las dos terminaron tranquilamente su desayuno en un ambiente armonioso.
Después, Ai Weixi se acercó a Rong Shengsheng y le susurró: "¿Sabes dónde Xiaoyu ha encerrado a tu hijo? Si es posible, hoy iré a rescatar a tu hijo."
Al escuchar tales palabras, Rong Shengsheng se sintió indescriptiblemente conmovida; realmente no esperaba que Ai Weixi fuera tan considerada con ella en este momento.
Ella sacudió la cabeza, "Tía... ese lugar... tiene muchos mercenarios, nadie excepto el Joven Maestro Lan puede entrar."
Ai Weixi inmediatamente abandonó la idea, "Entonces..."
Estaba a punto de decir más cuando de repente Lan Xiyu regresó.
