—Yan Ling observaba al hombre alto sentado en la silla de ruedas.
En su gran palma, yacía una pequeña y exquisitamente elaborada insignia del clan que brillaba intensamente bajo la luz plateada.
La insignia era tan deslumbrante que ella no se atrevía a extender la mano para tomarla.
Varios pensamientos giraban en su mente, innumerables ideas atravesaban su cabeza.
¡Yan Ling sentía que King seguramente la estaba manipulando!
¡Definitivamente estaba jugando con ella!
King era el gobernante supremo del Imperio Oscuro.
Su retorcida crueldad era conocida por todos.
¿Sería tan bondadoso para darle la insignia del clan después de que ella lo había ofendido?
¡Imposible!
¡Debía de estar planeando algún juego sucio!
¿Podría ser que quería que ella se llevara la insignia del clan de la familia Leo y usarlo como excusa para causar problemas a la familia Leo?
Cuanto más lo pensaba Yan Ling, más lógico le parecía.
¡Correcto, tenía que ser de esa manera!