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—El Rey del Imperio Oscuro siempre había sido un misterio en Sicilia. Aparte de los miembros centrales del Imperio Oscuro, muy pocas personas habían visto el verdadero rostro del Rey.
Esta vez, se presentó en la subasta, lo cual era inusual, e incluso gastó cincuenta mil millones para comprar la espada tesoro nacional del País Z.
Era bastante desconcertante...
Sin embargo, aunque todos tuvieran dudas, nadie se atrevía a preguntarle directamente.
—Yan Ling, sin embargo, era intrépida —levantó ligeramente la mirada, observando directamente al Rey que estaba sentado en la cabecera de la mesa—. ¡Este era el tipo que secuestró a su amado!
—Tenía que memorizar bien su rostro para que, una vez rescatado Qi Yunjue, él no pudiera volver a hacer el mal —pero cuanto más miraba Yan Ling, más extraño le parecía.
