—¡¡!!
¿Así que esta era la acción que Qi Yunjue decía que demostraría su amor por ella?
Sobresaltada por ese repentino beso, los ojos de Yan Ling se abrieron de par en par, y le tomó un tiempo recuperarse.
El hombre susurró en su oído, diciendo con impotencia:
—¡Cierra los ojos!
De haber sido antes, Yan Ling habría cerrado los ojos obedientemente.
Pero ahora, todavía se preguntaba qué estaba pensando Qi Yunjue, ¿cómo podría dejarse engañar por su encanto?
Yan Ling quería empujar al hombre para terminar ese beso.
Pero olvidó que Qi Yunjue todavía estaba herido.
Sorprendido por su empujón repentino, el hombre cayó hacia atrás sin estar preparado.
Viendo que Qi Yunjue estaba a punto de caer, Yan Ling instintivamente extendió la mano para agarrarlo.
Los dos perdieron el equilibrio y cayeron sobre la suave cama del hospital...
Inconscientemente rozando su mano contra el robusto pecho de Qi Yunjue, Yan Ling visualizó sin querer al hombre desnudándose.