—Yan Ling. —La cara de Qi Yunjue se volvió seria de repente mientras miraba a Yan Ling, cuyo rostro estaba sonrojado.
—¿Qué pasa? —preguntó Yan Ling, sintiéndose un poco nerviosa bajo la mirada profunda y seria de Qi Yunjue.
—¿Podrías darme la oportunidad de cortejarte formalmente? —preguntó Qi Yunjue.
Al escuchar sus palabras, el corazón de Yan Ling comenzó a acelerarse. ¡Por primera vez, él había expresado sus sentimientos por ella tan formalmente!
Aunque no había declarado explícitamente sus intenciones durante su llamada telefónica, había resuelto rechazar cualquier sentimiento ambiguo entre ellos y mantener una distancia manejable.
Desde el incidente hace seis años, había desarrollado un fuerte rechazo por el amor y los hombres. Incluso cuando los hombres la perseguían durante sus años en el extranjero, todo lo que sentía era desinterés.
No quería repetir viejos errores dando a alguien la oportunidad de lastimarla o de sumirse en la misma desesperanza.
