Todo había cambiado tan rápidamente que nadie tuvo la oportunidad de reaccionar.
La otra persona involucrada en esta agitación ahora apareció.
En la lente de la cámara, Qi Yunjue, aparentemente surgido de la nada, se paró al lado de Yan Ling de manera protectora.
Su mirada fría barrió la cámara y habló —Algunos dicen que la audacia de Yan Ling se debe a que se ha aferrado a la Corporación Qi y a mí. Permítanme aclarar, esto no es cierto. La verdad es que ella desprecia que intervengamos por ella y no nos necesita tampoco. Todo lo que he hecho por ella, lo he hecho voluntariamente y no tiene nada que ver con ella.
—Además, ella nunca me sedujo. Fui yo quien la persiguió activamente, y ella aún no ha aceptado mis insinuaciones. Si en el futuro aparecen comentarios falsos que la afecten, ¡los abogados de la Corporación Qi están a su disposición!
Cuando cayeron las palabras de Qi Yunjue, hubo un silencio absoluto, tan silencioso que se podía escuchar caer un alfiler.