—Ve por papel y pluma. ¡Yo lo escribiré para ti! —La expresión de Yan Ling era muy calmada.
Pero cuanto más calmada aparecía, más inquieto se sentía Yan Qianhong.
Aun así, sabiendo que obtener la receta herbal podría traer inmensos beneficios, su inquietud se disipó inmediatamente.
¿Y si ella tenía segundas intenciones?
Mientras ella llevara el nombre Yan, ¡nunca podría escaparse de sus dedos!
Pronto, Yan Qianhong consiguió que le trajeran papel y pluma.
Yan Ling, manteniendo el rostro impasible, escribió todos los ingredientes necesarios de la receta.
Una vez que terminó, Yan Qianhong, con una amplia sonrisa en su rostro, intentó tomar el papel de ella, pero Yan Ling no entregó la receta.
Yan Ling simplemente miró a Yan Qianhong.
—¿Dónde están las pertenencias de mi madre? —Yan Ling miraba fijamente a Yan Qianhong.
—Dame la receta primero, ¡y luego te diré dónde están las cosas de tu madre! —Yan Qianhong intentaba negociar.