—No, tampoco es esto... Dios, ¡tantos documentos! ¿Por qué los guarda todos aquí?
Daphne continuó revisando el estudio de Richard, hurgando cuidadosamente entre sus cosas en busca de los documentos que necesitaba. Desafortunadamente, incluso después de tantos largos minutos dedicados a esa tarea, todavía no había encontrado lo que buscaba.
—Claro, no tendría un documento tan peligroso en un lugar obvio pero aun así... Tiene que estar por aquí en alguna parte. ¿Por qué más mantendría esta habitación siempre cerrada con llave? ¡Ni siquiera la señora Bennett conocía la contraseña!
Con creciente molestia, Daphne continuó mirando entre las cosas de Richard, lanzando miradas nerviosas hacia el hombre que aún dormía profundamente, roncando tranquilamente en el sofá.