El viaje a la villa tomó menos de dos horas. Al llegar, les recibió la vista de una extensa y lujosa finca. La villa era conocida como un refugio para celebridades que buscaban privacidad y placer.
A medida que el elenco y equipo, muchos de los cuales nunca habían estado en un lugar tan lujoso, entraban, sus ojos se abrían de asombro. Admiraban los intrincados diseños interiores y exteriores, con las bocas abiertas ante la mera opulencia que los rodeaba.
—Esta persona se ve tan hermosa —susurró alguien a otro.
A todos se les entregaron llaves de sus habitaciones. Quien quisiera compartir habitaciones lo haría, mientras que los que querían estar solos se quedaban solos. Selene decidió quedarse sola, agradeciendo en silencio al cielo cuando Michelle no se le acercó para compartir habitación. Quería estar por su cuenta.