[Iwatani entra al reino de los demonios. La gente es un poco rara, pero amable. En vez de tener orejas puntiagudas, cola o orejas de animales como otras razas, tienen cuernos en la cabeza. Iwatani se da cuenta de que cada raza tiene su propia forma física, lo que los hace tan diferentes a las demás razas entre sí.]
[Iwatani sigue caminando hasta que llega al centro de la ciudad de la raza de los demonios. Allí queda detenido por los guardias, que le dicen que la reina lo quiere ver. Iwatani estaba muy confundido y no sabía qué hacer.]
- Iwatani: Guardias, pero no he hecho nada malo en la ciudad, solo soy un viajero que está explorando el mundo en busca de aprender sobre la magia.
- Guardia: A mí qué me importa lo que estás investigando. Solo te llama la reina de este país. ¿Me estás diciendo que no le importa lo que ella te tenga que decir? ¡Le estás faltando al respeto! Si es así, entonces nuestras dos razas entrarán en guerra. ¿Hasta que una de las dos caiga? ¿Estás seguro?
- Iwatani: (Mierda, tengo que encontrar una manera de evitar una guerra tonta entre los humanos. Piensa, piensa.)
- Guardia: Dime, humano, ¿vas a ir o entramos en guerra con tu especie?
- Iwatani: Tranquilo, tranquilo. Iré, ¿sí?
- Guardia: Entonces camina, humano.
[El guardia se despide de su compañero y se aleja dirigiéndose hacia la entrada del reino de los demonios. Iwatani sigue un poco confundido y asustado. Los dos continúan caminando hasta que llegan al castillo, un gran edificio que está bien vigilado por los guardias y soldados que sirven a ese reino. Iwatani sabe que entre todas las ciudades que ha viajado, esta es la que más ejército tiene y puede ser que sea la raza más fuerte de todas las demás.]
[Iwatani llega a la sala del trono del castillo, donde es colocado de rodillas ante la reina, a quien no había visto la cara. Se pregunta qué le harán: si lo matarán o lo harán trabajar forzosamente en el reino. Iwatani levanta un poco la cabeza, mirando por fin a la reina, una mujer hermosa que está sentada en un trono. Detrás de ella hay una estatua de una bestia con cuernos, y frente a ella está la reina sentada. Iwatani la mira fijamente, sorprendido por su belleza, quedando con una pequeña mirada enamorada de ella.]
[La reina mira fijamente a Iwatani mientras lo observa de pie a cabeza, lo que lo deja un poco nervioso.]
- Reina: Me presento, humano. Me llamo Yumi Aoyama. Sé que estás confundido, ¿verdad? Se te nota en la mirada. Te explicaré por qué estás aquí. Presta mucha atención, humano, esto será un poco confuso.
- Iwatani: S-sí. (Mierda, mi lengua no me responde bien. Tengo muchos nervios. Mis piernas y brazos me tiemblan mucho. ¿Qué demonios le pasa a mi pecho? Mi corazón no deja de latir.)
- Reina: Necesito que encuentres a un hombre para mí. Necesito casarme con alguien para así dar a luz al siguiente gobernante de este reino. No puede ser de mi misma raza, por viejas costumbres. Tiene que ser un hombre de cualquier raza. Necesito buscar a un hombre que me enamore para así dar a luz al próximo rey de este reino.
- Iwatani: (Espera, ¿qué dijo? ¿Por qué me dice eso a mí en primer lugar?) Eeeee, ¿reina, por qué me dices esto a mí?
- Reina: No es lógico. Tú has viajado por todo el mundo durante un año, ¿no? Eso me han dicho de tu raza, así que necesito tu ayuda.
- Iwatani: ¿Con qué es eso?
- Reina: ¿Pensaste que era otra cosa?
[La reina mira fijamente a Iwatani.]
- Iwatani: Nononono, solo es que… ¿en serio necesitas explorar el mundo para buscar pareja?
- Reina: Sí, ya llevo 200 años en el trono sola y ya no soy tan joven como antes. Debo buscar a alguien, casarme, tener hijos y así ser feliz. Es lo que yo quiero.
- Iwatani: Ya veo, entonces es por eso. ¿Espera? ¿No te gustó ningún hombre de tu raza, cierto? Por eso estás buscando a otra persona de otra raza, ¿no es cierto?
[La reina desvía la mirada de Iwatani, confirmando las sospechas de Iwatani.]
- Iwatani: (Mierda, es hermosa. No puedo resistirme. Se lo diré, ya no puedo aguantar más. Le pediré que se case conmigo. No pierdo nada intentándolo.)
[Iwatani se levanta rápidamente, lo que hace que la reina lo mire un poco confundida.]
¡Reina, cásate conmigo! ¡Me he quedado completamente enamorado de tu belleza! ¡Por favor!
[La reina de los demonios queda completamente sorprendida. Su cara se pone roja y casi se desmaya por la confesión de Iwatani. Nunca pensó que así iba a ser su primera confesión de amor.]
- Iwatani: ¡¿Estás bien, reina?!
- Reina: Sí, jajaja. Nunca pensé que tú serías la primera persona que se me confiese en toda mi vida. Está bien, acepto. Espero que me hagas muy feliz, humano.
[Iwatani, al escuchar esas palabras, queda completamente feliz, haciendo que corra hacia la reina, la abrace y le dé una vuelta en ese momento.]
*17 años después*
[Después de 17 años, Iwatani tiene su primer hijo con su amada esposa, que cumple ocho años. En esos ocho años, Iwatani se da cuenta de que su hijo tiene el mismo poder mágico de las gemas, y gracias a esto su ADN es compatible para que su cuerpo resista el poder de las gemas, haciendo que Iwatani pudiera crear unos 11 clones de su hijo, Kairo Tsukishiro, que su madre, por cariño, lo llamaba Catter, aunque su padre no sabe por qué razón su esposa lo llamaba así, pero no le da importancia.]
*8 años después*
[Iwatani, después de 26 años de vivir en el nuevo mundo donde lo invocaron, su cuerpo ya se hacía cada vez más viejo. Ya cumplió 45 años de edad y se mira viejo, pero su hijo apenas comenzaba su vida. Él cumplió 16 años y su esposa sigue siendo la misma mujer que conoció. Él morirá primero y su mujer morirá después, cuando cumpla más de 10,000 años. Los demonios pueden vivir mucho; lo que le contó su esposa es que a ella solo le faltan unos 9,000 años para que su vida llegue a su fin. Al escuchar esto, Iwatani se ríe al saber que también su hijo vivirá mucho tiempo. Tal vez, gracias a la sangre de los demonios, los clones que ha estado haciendo vivirán también muchos años, lo que le hace muy feliz.]
[Pero un día, el reino de los demonios fue atacado por los dioses, haciendo que la raza de los demonios poco a poco vaya cayendo en el campo de batalla contra los dioses. Iwatani, al no poder hacer casi nada, es lastimado por una lanza de luz que le atraviesa el estómago, por culpa de un dios que se encontraba volando en el aire y utilizó un poder mágico llamado "lanzas infinitas".]
[Kairo, al ver en el campo de batalla que su madre poco a poco se desangraba y gritaba de dolor por haber sido traspasada por una lanza de luz, va cayendo al suelo, perdiendo poco a poco las fuerzas. Mientras su padre se arrastra en el suelo para alcanzar la mano de su esposa, Kairo corre rápidamente en busca de una poción de curación, pero solo encuentra una; ya no había más.]
[Kairo corre rápidamente, pero a la vez piensa a quién darle la poción: si a su padre o a su madre. No sabe a quién dársela. Al llegar al lugar, mira que sus padres están agarrados de la mano mientras se mueren poco a poco. Los dos le dicen que no pasa nada, que él no tiene la culpa de lo que ha pasado. Kairo les dice que les dará mitad de la poción a cada uno y así se salvarán, pero su padre le dice que así no sirven las pociones; cada poción es para una sola persona, o si no, no hará efecto. Kairo cae al suelo de rodillas mientras mira a sus padres muriéndose. Su padre le dice que siempre estará con él y que nunca los olvidará, porque cuando mire su reflejo, mirará su cabello blanco como el de él y esos ojos rojos como los de su madre cuando se ponía enojada, a lo que su mamá se ríe un poco.]
[La reina de los demonios coge la poción de sanación y se la da a Iwatani. Este la bebe poco a poco mientras sus lágrimas caen al suelo.]
[La reina demonio, al terminar de darle la poción a Iwatani, queda sin fuerzas y así muere por falta de sangre. Iwatani se levanta rápidamente antes de que lleguen los dioses a matarlo a él y a su hijo. Iwatani corre con Kairo rápidamente hacia una cueva que él nunca había visto. Este le explica que había hecho experimentos allí sobre unos héroes que podían tener una magia muy poderosa gracias a unas doce gemas. Kairo se siente un poco confundido, pero al llegar a unas cápsulas donde ve que había 11 personas durmiendo en ellas, Iwatani le señala una cápsula que estaba desocupada. Este le dice que entre en esa cápsula rápido. Él le hace caso. Iwatani le dice a su hijo que al entrar a esta cápsula, esta le borrará los recuerdos porque no fue hecha para él, pero podrá recordar cuando pase el tiempo. Kairo intenta salir de la cápsula, pero Iwatani la cierra y la comienza a encender, haciendo que Kairo quede profundamente dormido mientras golpea el vidrio de esta.]
- Iwatani: Es por tu propio bien, lo siento, Kairo.
[Iwatani sale de la cueva y camina hacia el cuerpo de su esposa. Mientras lloraba al verla, se agacha y la recoge, acariciando sus mejillas. Mientras alguien se le acerca por detrás, él voltea y mira que es el mismo dios que lanzó el ataque mágico y mató a todos los que se encontraban peleando. Este sostiene una espada y le corta la cabeza a Iwatani a si terminando la vida de este...]