Inspeccioné cada rincón de la villa, por dentro y por fuera, de arriba abajo. La villa era grande, con un total de tres pisos y seis habitaciones.
Tres habitaciones arriba, tres abajo. Mi habitación era una suite, la cual compartía con Gu Yu.
La habitación contigua era del niñera y el bebé, junto a la cual vivían varios hombres, todos guardaespaldas.
Las habitaciones de abajo estaban ocupadas por niñeras, chefs, mayordomos y similares, aquellos que atendían mis necesidades diarias. En resumen, las seis habitaciones estaban llenas y, exceptuando a mí y a Gu Yu, todos pertenecían a Sang Shixi.
Gu Yu tenía razón en una cosa, no podríamos escapar ni aunque nos crecieran alas.
Si Sang Shixi logró traernos aquí, debió haber preparado medidas de seguridad exhaustivas y no me permitiría escapar fácilmente.
No era alguien que se dejara vencer fácilmente por los desafíos. La persona como un mayordomo nos invitó cortésmente a bajar a cenar con toda la cortesía debida.