Año 403 después de la caía de la última República.
Una ciudad hundida en el fuego, dónde la población de toda clase social están golpeando e intentando tumbar las puertas del castillo.
Una chica con un vestido elegante se acerca por la ventana, observando como soldados como ciudadanos ingresan al castillo, asesinando a los guardias y mayordomos sin piedad. Ella está con los puños apretados y temblorosa.
—Princesa Star— se escucha una voz varonil detrás de la princesa.
Star se da la vuelta, observando a su mayordomo que está de rodillas—¿Qué ocurre?— su voz es temblorosa, pero intenta disimular.
El mayordomo se levanta y mira a Star —¡Tenemos todo listo para escapar del castillo!.
Star asiente, suspirando aliviada.
El mayordomo y Star corren rápidamente entre los grandes pasillos, pasando por guardias, los cuales están yendo a la entrada principal para evitar que los rebeldes logren ingresar.
Muchos guardias se ponen en la puerta sacando sus espadas y esperando que los rebeldes ingresen.
—¡Preparen arma!— dice el capitán de los guardias reales.
Los rebeldes logran abrir la puerta principal, así entrando con furia y determinación. Ellos corren directamente a los guardias reales con sus armas, no lo piensan día veces y rápidamente empiezan a atacar a los guardias. Mientras pasan los minutos, los guardias logran acabar con muchos, pero no es suficientemente. Aparecen más rebeldes y acaban con los guardias que aún seguían con vida, cayendo uno por uno.
Mientras tanto en los túneles, Star sigue corriendo con el mayordomo. Llegan a unas gradas, suben rápidamente hasta llegar a una puerta. Observan que están fuera del castillo.
—¡Muy bien, vamos princesa!— dice el mayordomo con muchos nervios.
Hay un carruaje esperando a la princesa.
Star observa como no están sus padres. Se acerca rápidamente al mayordomo —¿!Y mis padres!?.
—ellos tomaran otro camino— Dice el mayordomo.
—¡Pero...
El mayordomo empuja a Star dentro del carruajes, luego entra el. Rápidamente ordena al guardia que empiece a moverse.
—¡Dejame salir!— dice Star con un tono desesperado —¡Te lo ordena la princesa!.
El mayordomo la agarra por los hombros con fuerza —¡El rey me ordenó protegerte como de lugar, mi princesa!. No podrá regresar.
Star abraza al mayordomo mientras llora desconsolada, con el temor de tal vez haber perdido a sus padres.
El carruaje se aleja del castillo, el cual arde en llamas.Una hora después, ya en medio del bosque, el carruaje se detiene.
Star duerme tranquilamente aún con las mejillas rojas abrazando al mayordomo.
El guardia que está al volante, detiene el caballo, baja de el y abre la puerta del carruaje —¿A dónde iremos?.
El mayordomo se aleja de Star y sale del carruaje, observando el bosque que los rodea. Mira al guardia —Por el momento descansaremos aquí.
El guardia asiente. Rápidamente va al equipaje.
Unas horas después, todo está oscuro. Star despierta aún en el carruaje.
El guardia está vigilando todo su alrededor, mientras el mayordomo está en la fogata.
Star sale del carruaje, observando su alrededor —¿Dónde estamos?— está confundida y un poco asustada.
El mayordomo se levanta rápidamente y se acerca a ella —Ya despertó, mi princesa— su tono es muy alegre.
Star sonríe ligeramente —¿Qué haremos ahora?— Su sonrisa desaparece y pone un rostro entristecido —Perdimos todo.
El mayordomo acaricia su cabeza —No te preocupes. Vamos a un refugio que el rey construyó para estas situaciones.
Star parece más aliviada —Entonces aún hay esperanza— Suspira relajada.
—Deberia descansar, mañana será un gran día, ¡Se lo prometo!— dice el mayordomo.
Star sonrie con orgullo —Siempre fuiste el mejor de tod...
En ese momento una flecha atraviesa la cabeza del mayordomo. La sangre salpica en el rostro de Star, provocando que quede en shock.
El guardia corre a ella rápidamente, gritando, pero Star no puede escuchar nada debido al shock.
Más flechas empiezan a caer, pero ninguna acierta. El guardia carga a Star y la mete dentro del carruaje.
—¡Quedate aquí!— dice el guardia un poco agitado.
El sale del carruaje empuñando su espada. Al salir observa aldeanos rodeando el carruaje.
—¡Malditos traidores!— grita el guardia muy furioso.
Los aldeanos corren a el, pero el guardia por tener entrenamiento logra cortar a cada uno de los aldeanos, pero aparecen más y más.
—¡Acaben con ese caballero!— grita un aldeano con voz ronca.
Un aldeano ataca por la espalda al guardia z logrando clavarle un cuchillo, pero rápidamente el guardia se gira y con su espada decapita al aldeano. Otros atacan al mismo tiempo, poco a poco el guardia va perdiendo fuerzas por las heridas.
Star se recupera del shock y se levanta débilmente, aún manchada de sangre, se siente mareada. Ella observa al guardia acabando con los aldeanos, pero poco a poco va cayendo.
Star corre a el gritando —¡Noo!.
El guardia se distrae por el grito y mira a Star. Un aldeano aprovecha y con su hacha le da en el cuello, matando al guardia. Su cuerpo cae al suelo.
Star corre a el, pero un aldeano la sorprende con un golpe en la cabeza con su palo de madera, cayendo al suelo inconsciente.
Un tiempo después, Star abre los ojos. Aún aturdida por el golpe, ve todo borroso, pero logra reconocer que el suelo.
«Esto es» toca la alfombra roja. Abre los ojos sorprendida «La alfombra del salón de trono de mi padre».
—¡Asi que ya despertaste!— se escucha una voz un poco burlona.
Star levanta la mirada, observando a un chico sentado en el trono de su padre, el rey.
El chico sonríe maliciosamente —Star... Hija del último rey de la sangre Fénix.
Star se pone de pie débilmente, su frente está chorreando un poco de sangre por el golpe —¿Quién eres?.
—Soy Noa, el nuevo rey— sonríe maliciosamente. Se agacha y agarra la corona del rey y se la pone— ¿Puedes verlo?.
Star se queda en shock por unos segundos, luego aprieta sus puños molesta —Esa Corona...
—¡Exacto!, es de tu padre— Lo dice de forma burlona.
—¿Dónde están mis padres?— dice Star un poco nerviosa.
Una sonrisa macabra se forma en el rostro de Noa.
En ese momento unos hombres aparecen con una caja. Los hombres tiran la caja y de ella salen más cabezas decapitadas de los padres de Star.
Star se queda otra vez impactada. Su cuerpo siente un dolor insoportable por segundos. Ella cae al suelo con la mirada pérdida.
Noa sigue con la sonrisa —Tu eres la última con la sangre real...— Se pone de pie y camina lentamente a la ventana —¿Sabés por que no te mato aún?.
Star mira a Noa fijamente.
—Tú llevas la magia en tu sangre— Noa se da la vuelta y camina directamente a ella —Aunque la magia es común, existen niveles... Y tu tienes una de las más fuertes.
Star retrocede lentamente —¿Q-qué planeas?— su voz es temblorosa.
Noa se acerca más —Nada fuera de lo común— Saca un cuchillo, jugando con ella —No quiero que un poder tan grande se pierda, así que...— Agarra el mentón de Star y lo levanta para mirarla fijamente —Vamos a mantener tu sangre viva.
Star mira a Noa —¿Qué planeas?.
—Tendremos hijos y mantendré la sangre real— Levanta los brazos rápidamente —¡Que te parece!.
Star le da una bofetada a Noa y retrocede rápidamente —¡Ni en tus sueños!— tiene los puños apretados y su mirada de odió y rencor.
Noa se ríe fuertemente —Sabía que dirías eso— Retrocede y se sienta en el trono —¡Te daré tiempo para pensarlo.
—No lo haré, ¡maldito monstruo!— dice Star mirando con desagrado a Noa.
Noa bufea —¡Guardias!.
Tres guardias aparecen rápidamente. El del centro da un paso y se arrodilla —¿Si mi señor?.
Noa mira a otro lado apoyando su cabeza en la palma de su mano. Habla con aburrimiento —Lleven a esta perrita a una celda.
Los guardias asienten, agarrando a Star de los brazos.
—¡No me toquen!— Star intenta liberarse, pero los guardias son más fuertes.
Después de arrastrarla por todo el castillo, llegan a la prisión. Abren una celda y la tiran dentro de ella como si fuera basura. Cierran las rejas.
Star se levanta molesta —¡Traidores!.
Los guardias la miran con indiferencia.
—¡Saldré de esta celda!. Pagarán por su traición.
Los guardias ríen de forma burlesca. Uno se acerca —Te estaré esperando... si sales con vida, porque de esta celda...— Se acerca y susurra de manera amenazante —Irás directo a la guillotina, princesita.
Los guardias se retiran entre risas. Al estar sola, Star rompe en llantos. Sentada en el suelo, recordando a sus padres muertos.
Entre lloriqueos, susurrando con voz baja y temblorosa —Pagaran por todo... traidores. Malditos, malditos...— Golpea la pared —¡Malditos!.