—Los tres Reyes de Diamante de la Puerta del Dragón son figuras clave dentro de la Puerta del Dragón. ¿Cómo puede ser este tipo tan arrogante? ¿No tiene miedo de ser despedazado por la otra parte?
—Jin Dazhuang estalló en una carcajada furiosa —¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Niño, solo espera!
—¡Ve y trae a mi papá aquí! —lo rugió furiosamente.
—Un secuaz salió corriendo, tropezando y gateando.
—¡La habitación privada estalló en caos!
—Qin Jiang, ¿te has vuelto loco? Si quieres morir, ¡no nos arrastres contigo!
—Ahora, nos has hecho matar a todos...
—Joven Maestro Jin, todo esto fue idea de ellos, ¡no tiene nada que ver con nosotros! ¡Por favor, no descargues tu enojo con nosotros! —todo el mundo se apresuró a desvincularse de Qin Jiang y de la otra persona. Después de todo, con la Puerta del Dragón no se juega.