—El trasfondo no importa, lo que importa es, Maestro, ¡debes derrotar a tu oponente en dos días!
—Debes entender las consecuencias de fallar. No solo dejarás de vindicar a tu padre, sino que también su vida entera habrá sido en vano —habló indiferentemente Blood Eagle.
—Porque si ni siquiera puedes asegurar una posición como Maestro de Salón de un salón filial, no hay necesidad de participar en la competición de las Cinco Salas. Aquellos elegidos para competir en las Cinco Salas son aún más monstruosos.
La expresión de Qin Jiang era seria, no dijo nada, pero sus ojos estaban llenos de determinación.
El fuego en su corazón ardía ferozmente.
¡Vindicar a su padre era la motivación que lo mantenía en el Salón del Dragón!
Con solo dos días restantes, debía prepararse completamente. Absolutamente no podía permitirse fallar en el momento crítico.
Mientras tanto, en una villa de una mansión, además de Ye Wujie, Ling Xiangyang y Qianye Yu, un joven estaba sentado entre ellos.
