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—¡Patriarca!
—¡Presidente!
—Tengo algo que informar.
El hombre se apresuró a inclinar la cabeza para saludar a los dos, limpiando convenientemente el sudor frío de su frente.
—Adelante, ¿qué buenas noticias tienes para informarme ahora? —El Patriarca Rong tomó su pipa, hablando despacio y con calma.
En ese momento, los dos productos fabricados por la Familia Rong estaban arrasando en el mercado, y se pavoneaban en su momento más triunfal. Si no era ahora, ¿cuándo iban a alardear de su éxito?
El hombre se limpió más sudor frío, —¡Patriarca, hay un problema!
—¿Hmm? ¿Qué problema? —La cara del Patriarca Rong se tensó mientras preguntaba con voz profunda.
—Es que... cuando lanzamos los dos nuevos productos de la Familia Rong, ¿no hicimos que algunas personas los probaran?