Al oír esto, ¡el corazón de Qin Jiang tembló!
—¿Qué estás tramando en secreto? —preguntó con voz baja.
—Secreto —, la fría cara de Zhao Yuefei se transformó en una sonrisa misteriosa.
Qin Jiang se sintió algo indefenso.
¡No tenía idea de lo que esta mujer estaba planeando!
Respiró hondo y se sentó junto a ellos.
—Unamos mesas —, sugirió Zhang Haosheng, mientras estos viejos conocidos se reunían.
Al instante, tanto los ojos de Xu Jinlong como los de Liu Ya revelaron una emoción extrema.
Sus manos temblaban.
Alcalde Zhang Haosheng.
Magnate de primera Shen Longting.
La presidenta de la Corporación Zhao, Zhao Yuefei.
Y... la hija de la Familia Liuu, el actual rostro público de la Corporación Liuu, Liuu Yan.
¡Eran figuras a las que ni siquiera podían esperar adular en el pasado!
¿Y ahora, estaban a punto de compartir una mesa con ellos?
Esto les hizo sentir como si estuvieran siendo tratados con un favor inesperado.