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El Anciano Loco dejó de lado el pollo asado y se limpió las manos grasientas en su ropa antes de comenzar —¿Escuché que conseguiste ese cuadro que se ha transmitido en tu familia?
—Sí, ya he obtenido el cuadro de la Familia Qin.
—Bien —asintió el Anciano Loco—. ¿Has descifrado su secreto?
—Lo he hecho —asintió Qin Jiang y dijo—. Utilicé las técnicas de la Escritura Suprema del Dao para romper el sello y adquirí lo que había dentro del cuadro.
—¡Eso es grandioso! —El Anciano Loco asintió, su rostro lleno de satisfacción—. Parece que mi discípulo sí posee algunas habilidades y no me ha decepcionado. Pero debes recordar lo que te voy a decir a continuación.
—¡Primero! Recuerda, sea lo que sea que haya dentro de ese cuadro, ¡no lo reveles a nadie ni lo discutas con nadie! ¿Entiendes? Una vez que se filtre, ¡podría acarrear un peligro letal! Después de todo, ¡son cosas que no deberían aparecer en el mundo ordinario!