Al día siguiente, Long Fei llevó a Su Yiyi de regreso a la escuela.
Su Yiyi no se atrevía a entrar e insistió en que Long Fei la acompañara.
Sin que ella lo pidiera, Long Fei iba a acompañarla de todos modos.
Como el asunto no se había resuelto, no podía quedarse tranquilo dejando que Su Yiyi entrara sola.
Los guardias de seguridad en la puerta vieron a Long Fei y al instante se asustaron como ratones ante un gato, escondiéndose adentro y sin atreverse a salir.
Long Fei les pidió que abrieran la puerta, y sin una palabra de protesta, obedecieron y la abrieron.
Temprano en la mañana, todos los estudiantes tenían que hacer ejercicios matutinos.
El Director Wang Degui, vestido con un traje, tenía el cabello meticulosamente peinado hacia atrás y rociado con tanto mousse que ni una mosca podía posarse en él.
Después de que los estudiantes terminaron de correr, estudiantes de los tres grados de secundaria se reunieron y se pararon debajo del podio.