```
—¡Maldita sea! —Gao Ming apretó los dientes—. ¡Es como una flor delicada atascada en estiércol de vaca!
—¡Estoy perdido, perdido, voy a quedarme sin empleo! —El guardia de seguridad parecía indefenso. Nunca imaginó que el novio de Mu Zhiruo sería él. Este hombre parecía un vagabundo, vestido con ropa muy simple, sin un reloj en su muñeca que significara estatus, ni tampoco había joyería cara alrededor de su cuello que coincidiera con su identidad. Sin embargo, paradójicamente... Una estampida de diez mil caballos cubiertos de barro atravesó el corazón del guardia de seguridad, enfureciéndolo tremendamente.
—Pequeño Yi, ¡ven a sentarte en mi oficina un rato! —Mu Zhiruo dijo, tomando la mano de Guo Yi.
—¡Vale! —Guo Yi asintió.
En ese momento, Yang Rong'er llamó apresuradamente:
—¡Hermana Mu!
—¡Rong'er! —Mu Zhiruo se volvió con una sonrisa—. ¡Únete a nosotros!
—¡Sí, sí! —Yang Rong'er asintió rápidamente y se apresuró a alcanzarlas.