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Inesperadamente, Ding Qianqiu no solo era un Daoísta Marcial, sino también un cultivador de magia. Prácticaba tanto las artes marciales como las mágicas.
Un Qi Verdadero impetuoso conjuró instantáneamente una ola gigante, que bajo la influencia del Yuan Verdadero, se transformó al instante en una lanza del tamaño de un arpón de pescador, de diez metros de largo, asemejándose a la lanza del propio Dios del Mar, capaz de perforar el cielo y penetrar la tierra.
Con un movimiento de sus manos, Ding Qianqiu envió la lanza como un arpón hacia Guo Yi.
Crack...
La lanza golpeó la pared de hielo frente a Guo Yi, y con un sonido nítido, la pared de hielo de medio metro de espesor se dividió al instante. Esparciéndose como una tela de araña, las grietas revelaron cuán grande era el muro de hielo: decenas de metros de alto y ancho.
Boom...
